El Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson concretó el pasado fin de semana en Buenos Aires la compra de un cuadro del artista Eduardo Stupía, en el marco de la Feria de Arte Contemporáneo más importantes de la región, ArteBA, cuyo objetivo es promover el arte argentino y latinoamericano y posicionarlos en el mercado mundial. La obra abstracta, sin título, de considerable dimensión (1,40 x 1,80 metros), data de este año, está realizada con la técnica mixta característica de Stupía, en la que las tintas, grafitos y manchas se destacan por su expresividad.
"La compra la realizamos a través del programa de adquisición de obras de museos para ArteBA: en lugar de alquilar el espacio institucional los cinco días que dura la muestra nos comprometemos a comprar una obra de determinado monto dentro de la oferta de la feria. Esta obra en particular cotiza a otros valores superiores y hubo que negociar con el galerista, que finalmente nos posibilitó la compra", contó a DIARIO DE CUYO la directora del Franklin Rawson, Virginia Agote, que prefirió no dar cifras.
El autor fue uno de los más solicitados en la exposición porteña, a punto tal que la galería en la que expone, Jorge Mara-La Ruche, se quedó prácticamente sin obras suyas en ArteBA; además del Rawson, el Malba y otros museos adquirieron dichas piezas, y hasta Agote tuvo que ir al taller del artista para la adquisición.
Eduardo Stupia nació en 1951, es artista plástico, expone local e internacionalmente en muestras grupales e individuales desde 1973, e inclusive su obra ingresó en la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York. "Este año fue elegido para representar a la Argentina en la 30ª Bienal de San Pablo, lo que demuestra la calidad del artista", contó Agote; Stupía llevará una amplia retrospectiva antológica de su obra, desde sus minuciosos dibujos de la década del ’70 hasta su producción más reciente de collages y técnicas mixtas, según informó oportunamente la galería.
"El museo está a apuntando a llenar los huecos que hay de arte contemporáneo con piezas claves que son llamadores, ya que la clásicas o de arte argentino histórico tienen un valor incalculable", aclaró la directora del Rawson, quien comentó que manejó todo directamente con Stupía, quien le manifestó su gusto por formar parte de la colección del museo sanjuanino.

