Recorren cientos de kilómetros por todo el país durante todo un año. Pero cada vez que emprende la gira nacional el Circo Splash, los hermanos López, herederos y descendientes directos de la familia Taconhy, eligen siempre a San Juan como punto de partida de la temporada circense. Es parte de un ritual casi sagrado y que es compartido con el público local, cada vez que arranca una nueva función. DIARIO DE CUYO visitó la imponente carpa (mide unos 30 metros de diámetro y 16 de alto) que está instalada en el playón de estacionamiento de Hiper Libertad, mientras el payaso "Corchito" (interpretado por Agustín Salvador) abre la lona para mostrar todos sus secretos.


La rutina de trabajo y que se respete de forma disciplinada es una regla clave a cumplir de manera diaria. Tanto bailarines, malabaristas, acróbatas y actores entrenan desde la mañana. Sea para ensayar nuevas rutinas, como para mantener la condición física. "Como la mayoría de los números requiere de destreza, habilidad y resistencia, la gimnasia básica y la buena alimentación son condiciones muy necesarias", indicó Milena Miñaura (21), una de las estrellas quien junto a Martín González (24) protagonizan la prueba del Aquadance.


A medida que se acerca la hora de la función, el staff artístico (alrededor de 17 jóvenes) calienta musculatura, se maquilla, prepara el vestuario como otra prueba a contra reloj que debe superar. Aunque ya cuentan con experiencia y cada uno sabe cuál es la tarea que debe hacer, la ansiedad que tienen por dentro se vive de manera muy intensa, como si fuera la primera vez. Cristian, Alexis y Luciano López son quienes conducen el circo desde el aspecto artístico hasta el técnico. "Para la puesta técnica, es todo un desafío el propio armado del escenario acuático, ya que interactuar con el agua es muy complejo. Otro, es el sistema de iluminación, quiero que los artistas se luzcan y se destaquen, que exploten cada truco. Esto conlleva estudio, horas de preparación, ensayo y comunicación", dijo Cristian, el encargado del sonido, luces e iluminación. Pero otro factor entra en juego que mantiene viva la esencia del arte circense: "Hay una magia que no se puede explicar con palabras lo que sucede aquí". A lo que Alexis agregó: "Cada vez que compramos una carpa nueva, la estrenamos acá, como un homenaje que tenemos hacia nuestro bisabuelo y a nuestro papá. De una manera se transmite eso hacia la gente y nos devuelve con aplausos y ovación, algo que no suele lograrse en otros lugares a donde vamos". Por eso, para los hermanos, abrir el circo en San Juan es como un "volver a las raíces". "Por nuestros antecesores, que gracias a su sacrificio podemos seguir disfrutando de este arte en el presente", completó Cristian. Pero el sentimiento y el legado de años de tradición e historia no lo tienen sólo ellos, son extensivos a todo el elenco.

Minutos antes de la función, Matías Esteban (Poseidón) y Luciano López (clavas) practican sus rutinas. Los juegos y malabares son números infaltables para un espectáculo circense.
Alexis Villalba comienza desde temprano con largas sesiones de maquillaje para convertirse finalmente en el payaso Patito.
Milena Miñaura y Matías González son la pareja estelar del Circo Splash, con el Aquadance y otros shows de acrobacia aérea que nutren de mucho glamour a la pista acuática.
El cuerpo de baile y patinaje artístico se prepara a contra reloj para salir a escena. Durante más de una hora que dura el show, deben realizar varios cambios de vestuario.
Cristian López, el orquestador técnico que, desde su consola computarizada, controla todos los mecanismos y efectos del escenario acuático.