Desde que comenzó la cuarentena, Susana Roccasalvo dejó de ir al estudio de El Nueve para realizar la conducción de Implacables, el ciclo que se emite los fines de semana. Ella hacía las participaciones a través de videollamadas desde su casa. Pero cada vez que estaba trabajando, recibía llamadas a su celular que le imposibilitaban salir al aire.

Cansada de esta situación que se repetía todos los fines de semana, decidió tomar cartas en el asunto y con la asesoría del abogado Mauricio D’Alessandro realizó una demanda por amenazas y hostigamiento en la Justicia de la Ciudad que se encarga de investigar los ciberdelitos. A pesar de la pandemia, pudieron avanzar rápido en la investigación.

“Durante los últimos meses, ella hace el programa desde la casa; cada vez que empezaba, recibía llamados hasta que le cortaban la transmisión. Ustedes la veían que primero se congelaba y después se cortaba. La querían perjudicar y lo lograban, la sacaban del aire”, dijo el letrado en una entrevista con Nosotros a la mañana.

“Primero se descubrió cuál era el teléfono, porque la persona llamaba poniendo (la opción) desconocido. La Justicia investigó a quién pertenece ese teléfono. Susana Roccasalvo es una antorcha porque pertenece a un conductor del mismo canal. Está probado, hay una causa penal y la persona ya ha sido citada”, agregó el letrado en el ciclo conducido por el Pollo Álvarez.

Cuando le preguntaron quién era el conductor, D’Alessandro prefirió no decirlo, ya que es probable que por esta demanda El Nueve tome algún tipo de determinación. “El conductor se está enterando en este momento, ya hubo una notificación a varios domicilios y tendrá que presentarse ante la Justicia”.

Ariel Wolman, panelista de Nosotros a la mañana, le preguntó al abogado: “Un colega que trabaja en judiciales me acaba de mandar la causa. ¿Es posible que sea Lío Pecoraro?”. Aunque no quería dar a conocer la identidad del conductor involucrado, Mauricio le respondió: “La investigación de la Justicia indica que el titular de la línea es Pecoraro”.

Cuando le preguntaron si el periodista de El Nueve podría haber sido hackeado, el letrado respondió: “Hay tantas posibilidades... Puede ser que le hayan usado el teléfono. A mí me sorprendió mucho porque le tengo natural simpatía. Pero los llamados fueron durante tres meses, todos los sábados y domingos”. Por último, aseguró que en el pasado ambos conductores habían tenido sus diferencias.