El fuego cruzado del Bailando dejó heridos. Primero "renunció" Alfano, aunque luego de una buena dosis de escándalo, anoche volvió a sentarse en el jurado. En verdad, el baldazo de agua helada lo tiró Luli Pop, que pegó el portazo vía Twitter. Y aunque ya se barajan reemplazos, la producción trata de sostenerla en el certamen.
"Fideíto", como la apodaron, quedó mal tras la sentencia de cuarteto (fue la última salvada por el jurado). "No me sentí bien con el clima que se generó el otro día. No me gustan las peleas y no la paso bien, creo que el programa tomó otro rumbo (que está bien) pero en el cual yo no me siento cómoda (…). Dejé mi vida, tengo el cuerpo agotado con hematomas y dos dedos esguinzados (necesito descansar)", escribió.
Según trascendió, el enojo de Alfano con el jurado -al que llamó "corrupto y manipulador" – también tuvo que ver con ella, porque Gra quería que salvaran a Granata y mandar al telefónico a Luli y a Francese. Pero no tuvo quórum. El punto es que la ola de amagues que viene sacudiendo al Bailando (y alimentando su rating) metió a todos en la bolsa del pastor mentiroso. Sólo el tiempo dirá si Luli es la excepción.

