La cita era en el Casino del Bono Park. Estaba prevista para las 23.30, pero la vedette y actriz se hizo desear un poquito, alimentando la expectativa de los que habían ido a verla, la mayoría gente grande. Finalmente, pasada las medianoche, Beatriz Salomón apareció en escena, toda ataviada de negro. Avasallante, ingresó a la sala haciendo playback de la cumbia "La Turca Salomé" de Lía Crucet; y con pasos que parecían no estar programados encaró hacia una mesa donde cenaba un grupo de parejas. Ahí tomó de la mano a un señor, que sin dudarlo se puso de pie y se dejó llevar al ritmo de la Salomón.
"Estoy feliz de estar en mi San Juan natal", fueron las primeras palabras que mencionó para agradecer al público, al que entretuvo con buena onda y entre el que se encontraban familiares que llegaron para saludarla. Durante dos horas que duró el show, "La Turca" interactuó con el público animadamente, e incluso se atrevió a deslizar humoradas sobre su sacudida vida sentimental. Fue, por ejemplo, cuando se acercó a una pareja y le preguntó cuánto llevaban de casados. El hombre respondió "36 años’ y rápidamente la actriz contestó "¡Estos son matrimonios, no la mier… que tuve yo!". Carcajadas fue lo que despertó entre los presentes, incluso de Josefina, su tía (a la que llamó "la tía Porota"), que además tuvo la chance de bailar con ella y divertir a todos con la danza de "La cocotera". En otra de las mesas estaba un tío de Beatriz, primo hermano del padre de la vedette, que también se sumó a las risas de la gente que estaba en el Casino.
Luego que la actriz culminó la primera parte de su actuación, salió al ruedo el cantante melódico Fabián Barrera, encargado de presentarla y también de entretener al público mientras hacía los cambios de vestuario. Finalmente, la sanjuanina que este año hará temporada con Ricardo Fort en Carlos Paz, hizo su rentré con un impactante vestido rojo de Roberto Piazza, para entonces entonar sobre pista boleros como "Me importas tú", mientras una pareja se animaba a bailar juntó a ella. La frutilla del postre fue "No llores por mí Argentina", lookeada como Evita, y con aplausos que parecían no dejarla ir, se despidió de su tierra natal.

