Concluyó finalmente el Certamen Competitivo Nacional de Danza Folklórica ‘Cultura y Danza’, organizado por la Agrupación Virgen de Fátima. Al cabo de dos extensas y agotadoras jornadas, se presentaron más de 500 bailarines de diferentes edades representando a varias delegaciones provinciales.

El encuentro se realizó en el Club Sportivo Del Bono, en el que hubo una masiva presencia de artistas. Tanto el sábado como el domingo que pasaron, la actividad en el escenario fue constante y en las dos fechas hubo zamba, chacarera, malambo y cueca hasta altas horas de la madrugada. En la competencia, sobresalió el Ballet Municipal de Santa Fe, que alzó en alto la Copa Challenger. El máximo trofeo, cuyo mérito reside en acumular la mayor cantidad de puntos por delegación en cada rubro y categoría, quedó en manos santafesinas con un resultado de 147 puntos, sobre la delegación de Santiago del Estero con 125 y en tercer lugar se ubicaron cómodamente los chicos del conjunto La Huella, provenientes de Junín, Mendoza. De esta manera, los bailarines santafesinos se consagraron como los campeones del certamen quitándole el título al grupo Nuevo Horizonte, (de Pocito) que hizo punta el año pasado en la primera edición.

Mientras que la delegación de San Juan, conformada por casi 25 academias de danzas tradicionales locales de Angaco, San Martín, Pocito, Zonda, Santa Lucía, Chimbas, Capital y de otros departamentos, se ubicó en cuarto lugar con un total de 91 tantos. Resultado nada malo, teniendo en cuenta el buen nivel competitivo que hubo entre todos los artistas.

En las dos jornadas en que se desarrolló el certamen asistieron alrededor de 1000 personas en total, de los cuales, eran familiares y amigos que acompañaron a los bailarines para alentarlos en la performance o bien asistirlos para el cambio de vestuario, el refrigerio (empanadas y agua mineral de por medio) o el maquillaje antes de actuar el número correspondiente.

Algunos momentos más picantes que se vivió en el certamen fue la disputa en el malambo combinado entre los conjuntos de San Juan, Santiago del Estero y Mendoza. Con mucha destreza y coreografías diversas, los santiagueños se impusieron, pero tampoco quedaron atrás los cuyanos, que en la clásica rivalidad entre sanjuaninos y mendocinos, los bailarines le pusieron condimento con sanas intenciones de medirse quiénes eran los mejores en el zapateo.

En resumen, el gimnasio del club bodeguero, fue el espacio de una verdadera fiesta de la tradición, uniendo no sólo saberes y experiencias de diversas regiones del país, sino que también compartiendo un mismo espíritu por preservar las raíces culturales y manifestarse espontáneamente en un escenario. Más allá de los resultados, todos los contendientes se sintieron en algún sentido en campeones por igual.