La flauta mágica. Producción integral del Teatro del Bicentenario, y por primera vez en español, agotó tres funciones antes de estrenar. 


Varias veces centenaria, históricamente honrada por excelsos compositores y -por reunir canto, música, dramaturgia, artes visuales y hasta danza- considerada la expresión artística por excelencia, la ópera conquistó corazones en todos los continentes. Sin embargo, recién hoy por primera vez se celebra el Día Mundial de la Ópera, promovido por asociaciones internacionales (apoyadas por la Unesco y el Instituto Internacional del Teatro) que buscan crear conciencia sobre el valor que tiene para la humanidad. Valor que afortunadamente San Juan ha sabido apreciar, permitiendo que aquella semilla plantada hace más de una década echara profundas raíces, creciera y diera dulces frutos. "La flauta mágica" que debutó en español este mes, agotando tres funciones en el Teatro del Bicentenario antes de estrenar; es prueba de eso. Pero la historia de amor entre el "bel canto" y los sanjuaninos se remonta bastante más atrás. 


Sin contar algunas manifestaciones previas, la ópera se instaló en la provincia en 2006 de la mano de la Ópera de San Juan, encabezada por el tenor Ricardo Elizondo. Por aquellos tiempos no existía el Teatro del Bicentenario ni estaban disponibles los recursos de hoy en día. Sin embargo, con las ganas, el respaldo oficial de entonces y el apoyo del público que mostró su interés, empezó a sonar y fuerte. El Teatro Sarmiento cobijó primero esta feliz iniciativa que se extendió por algo más de una década y que subió a las tablas títulos completos, con cantantes ataviados y escenografía. La Traviata, producción netamente local, fue la primera ópera completa que vio la luz en ese marco y el público colmó la sala en las cinco funciones. Un hito que motivó a ir por más y a concretar el Concurso Internacional de Ópera, a través del cual prestigiosos cantantes llegaron a actuar en San Juan junto a los locales que empezaban a hacer sus armas. Al año siguiente se hizo Elixir de amor, cuatro funciones llenas; y Carmen; y la ópera tomó carrera. En 2008, año con cuatro títulos en cartel, La Bohéme mostró una gran producción, al igual que en 2009 El barbero de Sevilla, con los primeros artistas surgidos del Concurso. 

La traviata. Debutó en 2006 con cinco fechas en el Teatro Sarmiento, de la mano de la Ópera de San Juan, que instaló el género en la provincia. 


El 2010 marcó un quiebre, esencialmente presupuestario, para la Ópera de San Juan. Títulos postergados, otros suspendidos... con algunos tropezones siguió la marcha. El pase al Auditorio Juan Victoria, además, implicó nuevos desafíos desde la puesta. Fue allí donde en 2011 se repuso Traviata. Siguieron Tosca, Aída, Rigoletto y el público continuaba acompañando, más allá de los problemas que la organización enfrentaba. Carmen, Sansón y Dalila, Otello, Madama Butterfly, La flauta mágica, Romeo y Julieta, Don Giovanni fueron otras óperas que los sanjuaninos pudieron disfrutar hasta 2015, cuando los problemas económicos y las diferencias impidieron ya la realización de Nabucco y, tras algunos estertores, desembocaron finalmente en la retirada de la Ópera de San Juan, que por desacuerdos se bajó de la primera programación del TB, la de 2017. Fue ese año cuando el flamante coloso local tomó la posta, con la realización -entre coproducciones y producciones propias- de 7 títulos hasta ahora. Cuatro fueron en la primera temporada y el estreno, La Traviata, el mismo con el que debutó la Ópera de San Juan en 2006, pero con otro despliegue. El público -para entonces ya habitué del género y en general ajeno a los entretelones- ovacionó el rutilante regreso de la ópera. Continuaron El gato con botas -primer y exitoso convite para niños-, El barbero de Sevilla y Tosca. En 2018 llegaron Don Carlo, María de Buenos Aires y Aída. Y este año, dos: Tannhauser, también para chicos; y la hasta ahora reina de esta etapa, La flauta mágica. Todas exhibieron imponentes puestas, pero sobre todo un notable crecimiento del cuerpo artístico. Y eso tuvo que ver con otro objetivo del TB: la formación, de la mano de reconocidos maestros nacionales y extranjeros (ver "El festejo local").


Así las cosas, hoy que es el Día Internacional de la Ópera, en este pedacito del mundo se puede celebrar. Por las más de 30 producciones realizadas, porque trascendió los amargos avatares, porque pudo despegarse el prejuicioso rótulo de elitista, porque sigue convocando cantidad de público, porque los pequeños empiezan a disfrutarla con naturalidad, porque los artistas tienen trabajo y progreso; y porque la provincia se ha convertido en una plaza otrora impensada. Y para que todo eso sucediera fue necesario lo de antes y lo de ahora. ¡A brindar! Y "libiamo, libiamo ne'lieti calici", como diría el Alfredo de Verdi (aunque por otras razones).


 

  • Ellos dicen

 

  • Emmanuel Siffert  -  Director


"La idea de (Ricardo) Elizondo fue excelente, el despertar. La ópera en San Juan tuvo un crecimiento enorme con el Bicentenario y ahora se hacen como se deben hacer. San Juan tiene ahora un teatro hermoso y es una necesidad cultural que se haga ópera. La ópera no es para una elite, todos los títulos que se han hecho en San Juan han sido muy accesibles y La flauta mágica fue una muestra total con tres funciones agotadas; y también las óperas para niños, aunque sean adaptadas, también son una muestra de eso".
 

  • Romina Pedrozo  -  Cantante


"El inicio de la ópera se dio en San Juan efectivamente con la conformación de la Ópera de San Juan en el año 2006. Fue un emprendimiento ambicioso, pues si bien se hizo todo a pulmón y con escasos recursos, siempre se intentó mantener una vara alta y la meta de despertar el interés del público en el género, originando así la necesidad de un teatro apto. Estuve en la ópera sanjuanina desde sus inicios, la vi nacer, así que puedo apreciar su evolución y crecimiento. Desde la inauguración del Teatro ha habido un salto cualitativo en la forma de hacer ópera, porque con un espacio adecuado, apoyo político y presupuesto se pueden hacer maravillas, tal como hemos podido ver en estos tres últimos años. La infraestructura y tecnología del Teatro del Bicentenario permite encarar puestas de gran despliegue técnico y escénico logrando resultados visualmente impactantes. 


La importancia de la ópera como expresión artística es muy valiosa dado que ha hecho de San Juan un nuevo polo de desarrollo operístico y cultural, equiparándose en sus producciones a las de los grandes y tradicionales teatros de Latinoamérica". 

  • Fernando Lazari  -  Cantante


"La ópera en San Juan ha crecido rápidamente con sus altibajos propios de un género tan completo como complejo. En éstos últimos tres años hemos llegado a tener una producción íntegramente sanjuanina de nivel internacional. Tenemos mucho que aprender todavía, pero las condiciones están dadas para ser el polo cultural que se pretende. Por otra parte, la ópera es de muchísima importancia en varios niveles: social, cultural, educativo, laboral. La ópera es la obra de arte que hermana a muchas expresiones artísticas bajo el mismo techo. Y fue siempre pata todos. La idea de que es elitista cada vez está más desterrada. Es hermoso salir a saludar a público y ver un señor y señora de gala tan felices como los chicos que estaban sentados en el parque después del colegio y que vengan a saludarte emocionados por lo que sintieron. O que un niño de 8 años te diga: Yo seré Papageno cuando sea grande. Para mí eso es ópera".

EL FESTEJO LOCAL

En el Día Mundial de la Ópera, el Comité de Comunicaciones liderado por el Teatro del Bicentenario de San Juan (TB), el SODRE y el Teatro Solís de Uruguay, miembros de OLA, ha preparado una campaña digital a la que se unirán los más de 35 teatros de la red. Además, el TB realizará una Gala, como broche de oro del Programa de Formación en Canto Lírico 2019. Será esta noche a las 20 hs, en la sala principal del Teatro, con entrada libre y gratuita. Estarán presentes los docentes Yoko Shimazaki-Kilburn, Meryl Mantione, Kerry Glann y Sally Hammock -de la Ball State University, Indiana, Estados Unidos- quienes brindaron perfeccionamiento en técnica vocal y pronunciación, interpretación escénica del rol, trabajo y dirección coral.