Buena madera. Los disertantes del 1er, simposio en San Juan, a la izquierda el sanjuanino Pedro Ortega, y los invitados Mauricio Kolenc, al centro, y Claudio Fraga, a la derecha.

Basta recorrer, por citar un ejemplo, las ferias de artesanías para descubrir el lugar que la madera torneada ha recuperado. Y no está mal usado el término "recuperado", porque este rubro decayó hace ya varios años y recién está levantando cabeza otra vez. Pero a su vez, el actual ámbito de destaque también habla de una mutación, y es que otrora el torneado en madera era una rama o especialización dentro de la carpintería, destinado a la confección de muebles; mientras que actualmente -afectada por el avasallante avance de la producción masiva- está más orientado a lo artesanal, la creación de objetos ornamentales y utilitarios. Así lo consideran al menos varios de los especialistas que participaron el fin de semana pasado en el Primer Simposio Internacional de Tornería en Madera, que se llevó a cabo en el Mercado Artesanal, organizado por el Gobierno de la Provincia en conjunto con la Asociación de Artesanos en Madera de San Juan, que se formó hace un año.

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"El oficio de la tornería en madera no es ajeno a la realidad actual: un público que tiene que priorizar otras necesidades más urgentes, antes que comprar un objeto torneado; y a esto se le suma la producción fabril, contra lo que el artesano no puede competir, por costos y por tiempos de producción", comentó a DIARIO DE CUYO Claudio Fraga, uno de los disertantes, oriundo de Buenos Aires. "No obstante, el tornero artesano puede crear un objeto único y original, y por lo general de mayor calidad, a diferencia de la producción masiva de la fábrica; y también sobre un pedido especial de un cliente. Creo que los torneros que llevamos más tiempo en la actividad, y que podemos sumar alguna otra disciplina tal como carpintería, restauración, marquetería, etc., nos vamos sosteniendo en el tiempo", agregó Fraga. "El oficio se encuentra recuperando popularidad, pero no lo está haciendo estrictamente como oficio, sino como hobbie", subrayó en la misma línea Mauricio Kolenc. "Hoy día hay un creciente interés en los trabajos artesanales, pues tienen la ventaja de ser hechos localmente, con materiales de su entorno y dan trabajo a las personas de nuestra comunidad; sin hablar de la satisfacción de quien las hace", se explayó el artífice llegado desde Uruguay.

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El fin de semana pasado, expertos y aficionados se reunieron en el Mercado Artesanal, un primer encuentro que sentó bases para el crecimiento de la actividad en San Juan.

Tal como explicaron desde la Asociación, al decaer la actividad durante una década o más, muchas de las claves y secretos de la actividad se fueron con aquellos viejos cultores, que por entonces no disponían de los medios que hay hoy para conservar y transmitir sus conocimientos, antiguamente de generación en generación. "La transmisión directa maestro-aprendiz" desapareció, sentencian. Hoy podría hablarse de una nueva generación de torneros en madera, que pudo rescatar algo de la vieja guardia y de algún modo también capitalizar los beneficios de las nuevas tecnologías, sin pasar por alto que tienen sus limitaciones.

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"El tornero artesano puede crear un objeto único y original, y por lo general de mayor calidad, a diferencia de la producción masiva". Claudio Fraga

"Actualmente los interesados adquieren algunos conocimientos iniciales mirando videos en la web. La difusión de fotos y videos temáticos en las redes sociales y en la web en general, acerca más la tornería a los jóvenes, que se mueven habitualmente en estos ámbitos virtuales", destacó Fraga, con reservas: "Obviamente no es info 100% confiable y muchas veces se muestran técnicas inapropiadas y hasta peligrosas". Además, aportó Kolenc, "muchas veces quien busca no tiene la capacidad de discernir sobre lo que esta viendo. Diría que algo positivo es que podemos descargar libros que en el pasado eran casi inaccesibles o sólo estaban en bibliotecas del viejo mundo". Para ambos, dentro del uso de Internet, las redes sociales y foros pueden ser el camino más recomendable para compartir experiencias. "Son más confiables y quien desea aprender puede contactarse directamente y ver la obra y técnicas de los maestros, en muchos casos reconocidos internacionalmente", sostuvo Fraga, quien, al igual que sus colegas, pugna por más cursos y seminarios de tornería en madera en el país, todavía escasos, y que son fundamentales para apreciar el trabajo en vivo y en directo. "Juegan un papel importante porque también generan entusiasmo y unidad entre las personas afines a una misma actividad, el amor por la madera y lo que es posible lograr con ella", se sumó Kolenc.


Si bien todavía es una comunidad reducida y mayoritariamente masculina -"los torneros artesanos somos muy pocos, no hay competencia entre nosotros, a diferencia de otras profesiones", dice Fraga-, es creciente el número de interesados, incluidos jóvenes y mujeres, gracias a su posible salida laboral y también a su valiosa faceta artística.



Fotos: Daniel Arias