La exhibición de una ópera prima es siempre movilizadora para su director. Pero si encima el realizador es sanjuanino y su película debuta en el cine comercial de su provincia, las sensaciones se potencian. En ese estado se encuentra Rosendo Ruiz, el cineasta oriundo de Chimbas, que hace muchos años dejó la provincia por razones familiares y que mañana volverá a poner un pie en su tierra junto a De Caravana, su película, que estrena el jueves en Cinemacenter San Juan. Pero más allá del condimento afectivo, un dato a tener en cuenta es que el debut local viene precedido de laureles, ya que la cinta -que tiene como disparador una bailanta de La Mona Jiménez (ver aparte)- cosechó premios en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata (ganó el Premio del Público y una Mención especial para el director, ocasión que disparó la primera nota con el cineasta, hace exactamente un año) y buenas críticas en Buenos Aires y Córdoba.

"Es muy importante para mí estrenar la película en San Juan, mi provincia del alma. Mi pasión por el cine nació en el Barrio Sarmiento, en Chimbas, dibujando historietas y proyectándoselas a mis amigos en una gran lona blanca, que había hecho mi papá para atajar el viento Zonda. Eran historias nuestras, como las peleas con los del barrio Lebensohn o el Patetta, y las pasaba en una caja que había armado con una luz y una lupa. San Juan, significa una parte importantísima de mi vida", cuenta a DIARIO DE CUYO, desde Córdoba, un Rosendo cargado de recuerdos.

"Viví allí hasta el día que cumplí los 14 años, al otro día mi padre (fallecido hace 5 años) partió con toda la familia a buscar nuevos horizontes. La infancia que pasé jugando todo el día a la pelota, levantando volantines y guerreando a los trompos, entre miles de juegos más; con mis grandes y numerosos amigos. Pienso que forjó mi carácter para toda la vida. San Juan significa también, enormes reuniones familiares con tíos y primos, carneadas en Pocito, fiestas navideñas en Santa Lucía, cumpleaños en la casa de mi abuela en Villa Krause; y muchos, muchos recuerdos de gran felicidad y plenitud", se explaya el realizador de 43 años, egresado de la Universidad del Cine de Córdoba; a quien le comunicaron hace un par de días que De Caravana estará mañana en la gran pantalla local. Y él, de nuevo con los suyos.

"Venía pidiendo sala hace dos meses y apenas me confirmaron, le avisé a dos parientes, pero aún me quedan otros 700 por avisar. Supongo que se pondrán muy contentos e irán al cine a ver la peli", comenta Ruiz, que hace dos meses (y poniendo punto a sus dos años de ausencia) estuvo en la provincia, en una juntada familiar con los Muñoz, los Fuentes y Los Lirola. Ellos tuvieron el privilegio de ver la peli antes, en la finca que acogió a la parentela, aunque -dice Rosendo- no es lo mismo que en la gran pantalla.

En pareja con Inés Moyano (su productora, que no podrá acompañarlo en este viaje, porque debe llevar una copia de la cinta al cine de Rosario, donde también estrena), Rosendo apuesta a que la llegada de su historia (que rodó con apoyo del INCAA) a todo el país sea un signo de "verdadero cine federal, y que no todo lo que se vea sea lo que se produce en Buenos Aires".

"En Córdoba estrenamos en mayo y estuvimos 8 semanas en cartelera, con más de 20 mil espectadores, todo un récord. Ahora re-estrenamos en tres cines y ya vamos por la cuarta semana. Y como vieron que funcionaba, bueno, los programadores la llevaron a otras provincias. Tenía que ser ahora o nunca, porque se viene una tanda de estrenos internacionales. Y bueno, dijimos, vamos", comentó Ruiz, con las valijas listas para el regreso triunfal.