Un rato después de llegar a la ciudad, ya estaba en el Auditorio Juan Victoria para conocer la sala y tomar contacto con el instrumento que anoche sería su principal compañero en escena. Y fue un buen encuentro el que tuvieron Luciano Supervielle y el flamante Steinway sanjuanino. "Es un piano excepcional, una Ferrari', comentó el integrante de Bajofondo a DIARIO DE CUYO.

Compositor, músico y DJ uruguayo presentó Suite de Piano & pulso velado. "Le falto el respeto a mucha gente con este disco', dice sonriendo para explicar su mixtura entre la música clásica, la electrónica, el tango y el hip hop, todas influencias que atraviesan su carrera. "Hay que sacarle el esnobismo a la música clásica', dice en la soledad de uno de los remozados camarines del Auditorio. Porque a diferencia de cuando sale de gira con Bajofondo, que viajan en malón, en este tour se mueve completamente solo.

Por eso, quizás, el encuentro aquí con Martín Ferrés fue como un recreo. "Y sí... viene Luciano!', dice el bandoneonista sanjuanino para explicar que no podía fallarle a su compañero del combo musical que encabeza Gustavo Santaolalla. Después de lookearse para el show, Ferres se cruzó de camarín para esperar junto a Supervielle el inicio del show. Las anécdotas fluyen. Se acuerdan de la primera vez de Supervielle en San Juan, de los raperos que los acompañaron... "No sé si eso se puede contar', dice Martín y ríen cómplices. Son muchos años tocando juntos y además se nota la amistad entre ellos.

Antes del concierto no hay cábala, "sólo concentración' dice Luciano que hace rato que está cambiado, esperando la hora de salir a escena. No soy un concertista de piano' repite con modestia, sin embargo el nuevo piano alemán y él se encontraron en el punto justo.

El concierto comenzó con la versión pianística de Sabelo, le siguió La edad del cielo (de Drexler), y continuaba al cierre de esta edición frente a un público- que aunque no llenó la sala- aplaudió efusivamente en el inicio, embelesados por la combinación del majestuoso piano con la música electrónica que como una suerte de alquimista, Supervielle trajo en esa búsqueda que emprendió por un sonido propio.