(Concierto a cargo del trío Zuzuk-Scebba-Yanakiev. Interpretarán Tchaikovsky Trío op 50 y Scebba Trío)  
  
Los compositores "clásicos" que solemos escuchar eran intérpretes y muchas veces tocaban sus propias obras y dirigían desde el piano, clavecín o esgrimiendo su violín. Por eso nos sorprende que el autor-intérprete esté delante y esté vivo!! Si viviéramos en el siglo XVIII y fuéramos príncipes o arzobispos escucharíamos a varios de esta especie, pero aprovechemos de poder gozar de un ítalo-argentino-rusificado y cosmopolita, de un ucraniano-asanjuaninado y de un búlgaro aquerenciado, perfecta combinación para su propia obra y la de un "ruso" famoso.

 

El Trio Op. 64 de Miguel Ángel Scebba fue estrenado el pasado mes de mayo aquí en San Juan y consta de tres movimientos: Andante: El chelo solo, una melodía reminiscente del Volga con aires Shostacóvicos; entra el violín en una variación más lamentosa ritmo más veloz y canta el piano… silencio y vuelta al toque inicial. Adagio Molto:

Chelo y violín muy lento y el piano responde con una "mononota" y luego otra una a la vez. El programa lo definía como "estático" y según Scebba evoca la soledad en las montañas (¿en los Andes o en el Cáucaso?). En todo caso suena a crudo invierno. Sigue el violín con un remedo del vuelo del moscardón de R-Korsakov. El piano repite no una nota sino un acorde muy espaciosamente (es Adagio molto) para dejar que dialoguen Alex y Vesselin, pero ello marca un crecimiento en intensidad, cada vez más. Otra vez la "mononota" del piano, unísono del trío, lamento suave y lento y se apaga con el violín. Allegreto: Ravel compuso una obra "para la mano izquierda". Este Allegretto es lo contrario: la mano derecha sola; entra el violín y Vesselin espera hasta que tocan los tres. Sigue "la mano sola" (si lo tradujéramos a lenguaje vial sería: "Conserve su derecha") hasta que utiliza las dos. El ritmo se hace más fuerte, casi violento, pero el enojo pasa y el violín inicia una tema más alegre, el piano cambia de humor, aunque no tanto tres golpes fuertes y entonces "se abre el telón" y nos sumergimos en una obra como de Schumann… pero termina diluyéndose. Piotr Illich Tchaikowsky (1840-1893) transmite a todo lo que escribe una enorme sensibilidad, riqueza melódica y colorida orquestación. Escribió comparativamente menos música de cámara, pero qué cámara! Mozart escribió a su padre que no le gustaba la flauta, pero escribió maravillosamente para ese instrumento. Análogamente cuando la protectora de Tchaikowsky; Nadezhda Von Meck le sugirió en 1880 escribir un trío, Piotr le escribió (porque nunca se veían) que no apreciaba la combinación de esos tres instrumentos ya que implican un timbre que no podía fusionarse. Pero tuvo muchos meses para rumiar la idea y cuando al año siguiente falleció su maestro, amigo y mentor Nikolai Rubinstein (1835-1881) y poco después Modesto Moussorsky, y como yapa fuera asesinado el Zar Nicolás IIº escribió otra carta a Nadezhda con la buena noticia de haber realizado su sugerencia y que no estaba "nada mal". Y la verdad que no está nada mal.

 

La dedicó en francés aunque fue estrenada en Roma "a la mémoire d’un grand artiste". Rubinstein era un virtuoso pianista y en este trío se nota que por momentos parece un concierto de cámara para piano. Una "Elegía" es una canción en la que se lamenta algo. La obra -en dos movimientos- comienza con un "Pezzo Elegiaco" que es un "Moderato Assai" y comienza con un suave lamento, unos cuatro segundos de piano y el chelo inicia la Elegía y entra el violín, pero el piano va marcando el ritmo y de un "Allegro Giusto" se va apagando. El segundo Movimiento es especial; "Tema con variazioni" y no con tres o cuatro sino ¡con once! De nuevo el piano solo entona muy delicadamente la melodía que tiene algo de folclórico y de canción de cuna. Muchos han intentado rastrear señales o signos de referencia a su querido amigo Nikolai o descripciones a sus "modos de ser" -análogo a las futuras Variaciones Enigma" de Elgar, pero "chi lo sá"? En un "Allegro moderato" es encantador sentir al piano dando saltitos (es el autor de "Cascanueces"). En la 5º Variación el piano es como una campanita por usar las octavas superiores; parece una "celesta" y sigue un "Tempo de Vals" iniciada por el chelo (es el autor de tantos ballets o de la serenata para cuerdas), luego un Allegro Moderato pero con fuertes acentos del teclado, una "Fuga" luego tamizada por un Andante Flebile (débil). La Mazurca es una danza de la provincia polaca de Mazurca. Cuando el elector de Sajonia fue coronado como rey de Polonia -Augusto III- "europeizó" esta danza luego inmortalizada por Chopin. Siguen un "Moderato" y la variación final, una "Allegro Risoluto e con Fuoco" en la que el piano pregunta y las cuerdas responden. ¡Qué energía requiere de sus intérpretes y cuántas horas de estudio! El Andante final retoma la melodía con una conducción rítmica del piano reminiscente de la marcha fúnebre de Chopin. ¡Menos mal que a Piotr no le gustaba esta combinación! Y ojalá que Miguel Scebba sea para sus alumnos lo que Nikolai Rubinstein fue para Piotr Illich. ¡¡Un "triple" gracias!!