Los aplausos hicieron vibrar las paredes de la sala del Auditorio Juan Victoria el jueves por la noche. Es que allí, más de 800 personas se reunieron y ovacionaron a dos grandes del piano: Bruno Gelber y Julio Largacha.

Con motivo de cumplirse, recientemente, el tercer aniversario de la muerte del sanjuanino, el prestigioso músico aceptó la propuesta y en la quinta función de la 27a temporada de abono de Mozarteum filial San Juan recordó a quien, además de asistir a sus clases magistrales en 1980, admiró desde lo profesional y lo personal.

Después de proyectar imágenes que recordaron parte de la vida del "Chango", Gelber ejecutó de forma impecable las obras de Scarlatti, Beethoven, Schumann y Chopin. Entre ritmos ligeros, lánguidas melodías y silencios oportunos, ese par de manos virtuosas transmitieron emoción personal y conmovieron al público.

Al final de la gala, con la interpretación de la Gran Polonesa de Chopin, el artista argentino que logró llevar arte por todo el mundo, pidió un micrófono y no se privó de dedicar unos minutos a su memorable amigo sanjuanino. Durante ese ratito, Gelber destacó, entre otras cosas, los momentos compartidos junto a Largacha y el mérito del Chango de conquistar Alemania, "algo nada fácil para los músicos" remató quien declaró estar "muy feliz de dedicarle este concierto" en una entrevista con DIARIO DE CUYO.