Entre Lectores & Escritores -o bien red ELE-, así se llama el nuevo punto de encuentro, la esquina donde se reúnen quienes gustan de la "rara liturgia" de escribir y de leer. Si bien red ELE ya venía funcionando a modo de prueba desde octubre del año pasado con un acotado grupo de usuarios, en estos tiempos de confinamiento que hicieron que más gente se vuelque a las redes, fue perfeccionada por los desarrolladores y abierta a toda la comunidad de manera gratuita. De esta forma, bien puede decirse que se trata de una nueva red social creada en Argentina, la primera en su tipo, que permite publicar y compartir producciones literarias con otros escritores y lectores; leer obras de un catálogo dividido por géneros, llevar un registro propio de lecturas, comentar y seguir a otros autores, ver cuáles son los más leídos y comentados, chatear con los usuarios y participar en certámenes. Pero además, ELE brinda la posibilidad de editar en papel: según explican, participar de los certámenes literarios (actualmente hay tres, de Cuentos cortos, Microensayos y Cuento infantil) es la forma más sencilla de ser publicado, ya que las obras que se hayan destacado en los concursos serán incluidas en un volumen impreso. Al mismo tiempo, si los escritos de un autor son bien recibidos por la comunidad, habrá más usuarios que los lean y opinen sobre ellos, con lo que ganarán visibilidad; y las obras más leídas y/o votadas también llegan al papel.

La feliz idea surgió en el seno del grupo editorial Dunken con el objetivo de conocer el hacer literario que los rodea y de canalizar todo el interés y el talento de los escritores independientes.

"Muchas veces recibimos en las editoriales una cantidad de trabajos que nos es imposible leer a nosotros y cualquier editorial. Y de leerlos, tampoco nos es posible valorarlo en su verdadero entorno cultural; no siempre somos el mejor lector para cualquier obra. Pero al conocer en persona a los escritores o saber algo más de ellos, lo que leímos se redimensiona", comentó a DIARIO DE CUYO Jorge Castelli. "Fue así que se me ocurrió una red o comunidad que simule ser de alguna forma esos corredores editoriales, donde los escritores se muestren entre ellos, se lean, se vean", agregó el responsable de los sistemas administrativos de Dunken y mentor de esta iniciativa que encontró eco inmediato en el director de la Editorial, Guillermo de Urquiza. 

Entre Lectores & Escritores cuenta ya con aproximadamente 8 mil usuarios y más de 12 mil obras en su haber entre cuentos, poesías y novelas de distintos géneros y extensiones, números que se van modificando día a día con el ingreso de nuevos participantes. 

"La idea es compartir, leer y ser leído; no desde un anonimato, sino desde la presencia activa y real en una comunidad, en este caso virtual. Escribir siempre es escribir para alguien. Ese alguien es para el escritor una nebulosa de identidades, un destinatario incierto. Este sitio intenta que ese alguien sea tangible, que exista y nos veamos mutuamente. Con esa idea y con esa intención he creado este lugar, buscando poner rostro y voz a todos aquellos para los cuales escribir es algo más que una mera afición, para rescatar de los cajones tantos escritos que no encuentran foro donde resonar", se explayó Castelli, quien definió a ELE como "una comunidad donde tus lectores son además, en alguna forma, tus amigos". 

Quienes quieran sumarse a las filas de esta comunidad literaria, sólo deben ingresar al sitio (ver abajo) y registrarse, para comenzar a participar en cualquiera de sus propuestas. 

Se puede acceder a ELE desde el Facebook de Editorial Dunken, desde el sitio www.dunken.org o bien por https://ele.dunken.org.

 

 

Alfred Hitchcock

  • 40 años sin el rey del suspenso

Hoy el mundo del cine, y los fanáticos del género, rinden homenaje a Alfred Hitchcock, a 40 años de su muerte. Rear window, preferida de los cinéfilos, es una de sus películas que reúne todos los ingredientes del cine "Hitchcockiano": el voyeurismo, el papel de la mujer, la particular relación hombre-mujer, los giros argumentales, el suspenso y las pizcas de humor, ingredientes que hacen que el espectador no parpadee para no perder detalle. Es que esos detalles definen la pulcra cinematografía del genio, quien empezó como rotulista de películas mudas y siguió como guionista, director artístico y ayudante de dirección antes de hacer su primera película, en 1925: The pleasure garden. El éxito comenzaría dos años después con The Lodger: A story of the London Fog (o El enemigo de las rubias, curioso título) y The man who knew too much, que despertó a Hollywood. Rebecca, su primer filme americano, le abrió las puertas de La Meca, le dio un Oscar y la admiración de todos los actores. Pero, introvertido, quisquilloso y ciertamente obsesivo, Alfred fue muy selectivo a la hora de elegir sus repartos y puso el ojo -justamente- en la belleza fría de mujeres rubias como Grace Kelly, Tippi Hedren, Ingrid Bergman, Joane Fontaine, Doris Day, Vera Miles, Kim Novak o Janet Leigh, algunas de las cuales no la pasaron bien debido a su destrato. Strangers on a train, Dial M for murder, Vertigo, Psycho, The Birds y Marnie fueron algunas de las joyas que también legó el talentoso artista londinense, a quien se lo puede descubrir en varias de sus cintas. (EFE)