Apostado en El Torreón del Monje, lugar emblemático de La Feliz, el periodista Daniel Ambrosino esperaba desde un móvil de Intrusos a Alicia Barbasola. La intención: hablar de una rencilla que mantiene con una compañera de elenco. Nada demasiado relevante, al fin. Pero en lugar de la vedette de La Gran Revista de Mar del Plata, quienes aparecieron fueron dos efectivos de la Policía para notificarla sobre una restricción perimetral que impuso su ex marido, Sergio Pilarche.

Después sí, Barbasola entró en plano. Y entonces, el desconcierto… ¡Y todo transmitido en vivo! Se leyó el escrito, y la rubia -provista de escasa ropa- puso su firma. Pero segundos después, y al tiempo que Ambrosino hablaba con una abogada sobre la posibilidad de que la vedette terminara presa, se desmayó.

La actriz fue atendida por el periodista y sus propios padres. Segundos después de haber recobrado el conocimiento, pero presa de una crisis de nervios, lanzó duras acusaciones contra Pilarche: se la escuchó -siempre al aire- hablar de golpes, de drogas, de una violación, de abortos, de la imposibilidad de hacer denuncia alguna. "Que todas las mujeres que sufren salgan a hablar. Y si me matan ya está, por lo menos dije toda la verdad…", pronunció, entre sollozos, mientras su madre procuraba en vano que no emitiera más palabras.

Al rato, llegó la asistencia médica. Y Barbasola fue trasladada en una ambulancia.