Una tapa de revista Gente donde Natalia Oreiro mostraba su viaje a Kenia como embajadora de Unicef fue la mecha que encendió cientos de críticas.

Muchos la acusaron de hipócrita por pretender ayudar a personas con grandes necesidades materiales y, al mismo tiempo, ser dueña de una marca de ropa cara y exclusiva. Al mismo tiempo, otros apuntaron a que no tenía que viajar tan lejos para encontrar pueblos con los cuales colaborar. 

Y, en respuesta, Unicef lanzó un comunicado defendiendo la tarea de Oreiro en Kenia, al destacar que colaboró activamente con la tarea médica y humanitaria que realiza allí la organización.

AYUDA MÉDICA Y AGUA

"Unicef, junto a sus aliados, instala clínicas móviles para prevenir y tratar a las chicas y chicos que sufren desnutrición severa aguda. Natalia Oreiro conoció a las mujeres que asisten a la clínica móvil, pesó y midió a sus bebés", informó la organización.

"También interactuó con los voluntarios y trabajadores comunitarios, y entregó alimento terapéutico, una pasta con alto valor proteico realizada a base de maní, que se usa para tratar la desnutrición", agregó.

Además, de acuerdo al comunicado, la actriz acompañó a las mujeres de la comunidad de Turkana a buscar agua, algo que pudieron conseguir "luego de recorrer muchos kilómetros".