No pudo bailar en el duelo, debido a las cenizas volcánicas que afectaron los vuelos y le impidieron llegar al país. Pero Pamela Anderson tuvo una reemplazante de lujo, Virginia Gallardo; que a puro cha cha cha logro sostener su lugar y -por ende- el sueño sanjuanino: mejorar la cancha y hacer un comedor para la escuelita de fútbol de Unión de Villa Krause.