Rueda la caja y ruedan los participantes a los que se verá bailar hasta en los techos, dentro de una innovadora escenografía en formato de cubo. Esta es la idea base del Cuarto Giratorio, una performance que en Latinoamérica se estrenó en 2010 en el Bailando por un sueño de México y mañana hará su debut en el Bailando argentino (Canal 13).

El aterrizaje de este ritmo será con la curvilínea Valeria Archimó y Leandro Nimo (el bailarín de Coki Ramírez) quienes tendrán a su cargo la exhibición de las destrezas que los participantes deberán realizar dentro de este cubículo, como los únicos argentinos que vivieron esta experiencia al representar al país en la capital azteca.

Con transmisión en vivo y en alta definición, este desafío será lo más similar al 3D en la TV. A diferencia de su versión mexicana, Marcelo Tinelli decidió perfeccionar el sistema y duplicar las dimensiones del modelo anterior. ¿El objetivo? una rotación más veloz y la posibilidad de invertir el sentido.

Pero, ¡ojo!, sólo se trata de un efecto visual. No es que, de repente, la audiencia se vaya a encontrar con bailarines que adquirieron habilidades sobrenaturales.

La sensación de que bailarán por los techos y paredes será producto de un truco caro, pero truco al fin. En el cine, ya lo hizo el inolvidable Fred Astaire para el film Royal Wedding (1951).

¿En que consiste? Aquí, los bailarines siempre mantendrán su centro de gravedad y la caja será impulsada por un mecanismo hidráulico y por los coachs que, con una especie de joystick, le darán velocidad al cuarto, mientras una cámara al frente producirá una fantástica ilusión óptica.

Sin embargo, lo mismo es una misión de riesgo para los famosos (Noelia Pompa fue una de las primeras en golpearse la cabeza en los ensayos) y es la prueba más compleja junto con el Aquadance, en el certamen que hoy elimina una nueva pareja, muy cerca del final. (Ftes: Ciudad.com, 26Noticias y Pronto.com)