Buenos Aires, 3 de diciembre.- Anoche en Gran Hermano se vivió una gala de mucha tensión. Y es que días atrás, los participantes realizaron una "guerra de sexos" que terminó con una parte importante de la casa destruída. Ontre otras cosas, los chicos rompieron micrófonos, cámaras, picaportes, tubos fluorescentes, espejos y ropa. Además, ejercieron violencia física entre ellos, atándose de pies y manos.

Por tal motivo, GH les dio un fuerte comunicado en vivo:

“La decisión de Gran Hermano es darles por perdido el último desafío semanal, por lo que recibirán la mitad de lo presupuestado para la semana y de ahora en más cualquier episodio individual o grupal terminará en expulsión inmediata de la casa del o de los participantes involucrados”.

De esta manera, Gran Hermano decidió sancionar a los participantes por los hechos de vandalismo. Ahora sólo tendrán la mitad del presupuesto.

Esta molestó mucho a los chicos, que en ningún momento se responsabilizaron por los daños que ocasionaron. “Con la comida no se juega”, dijo Emiliano. “Matar de hambre no los vamos a matar”, le respondió Rial, conductor del ciclo.

Sin embargo, antes de finalizar el programa, la voz de Gran Hermano anunció que sería el público el que elegirá si se les reduce el presupuesto o no. El resultado de la votación telefónica se conocerá en la gala del próximo jueves.

Al finalizar la gala, ya con Ariana fuera de la casa, los chicos continuaban furiosos, tanto que pensaban complotar contra el programa. Antes, y ante un Jorge Rial sorprendido, denunciaron que la producción del ciclo no cumple con el reglamento, ya que no les envían medicamentos, ni enfermeros, ni psicólogos cuando los necesitan.