No es fácil vivir en estos días en los que todo gira alrededor del coronavirus, con las ciudades en cuarentena y las personas extremando los cuidados para evitar el contagio del temido COVID-19. Y si no es fácil llevar adelante la rutina de cada día, mucho más complejo es hacer televisión en vivo.

Lo saben en Intrusos (América, a las 13,30), el ciclo periodístico de Jorge Rial, que cubre las alternativas de la pandemia desde el primer día pero que de manera accidental tuvo algunos deslices en lo que respecta al protocolo de prevención que recomiendan las autoridades sanitarias.

(Desde 1h52m)

 

Hace poco fueron a la casa de Mónica Farro mientras la vedette uruguaya estaba recluida en su hogar respetando el aislamiento social. Y días atrás, Rial se enojó con la producción y frenó una nota porque le acercaron un auricular a una entrevistada. Ahora, un blooper durante una sección del ciclo volvió a dejar expuestos al conductor y sus panelistas.

Rodrigo Lussich estaba presentando un enigmático vinculado a "una vedette de los años ochenta" cuando sin querer en la pantalla apareció Patricia Sarán, la protagonista del chimento, sacándole el misterio a la información vertida por el periodista. La situación fue tomada con humor por Lussich, quien amagó con retirarse del estudio.

La televisión en tiempos de coronavirus: Jorge Rial agarra a Rodrigo Lussich y Marcela Tauro le ofrece su vaso con agua. Detrás de ellos, un camarógrafo con barbijo.

Lo que siguió después, siempre en tono de comedia, fue una secuencia que haría poner de los pelos a cualquier infectólogo: Rial se acercó y tomó del brazo a Lussich, rompiendo la distancia del metro y medio que mantuvieron en todo momento; y luego Marcela Tauro le acercó el vaso con agua que tenía frente a ella.

Al darse cuenta del fallido, Lussich expresó rápidamente su arrepentimiento y, siguiendo con el tono risueño del episodio, simuló que se enjuagaba la boca con alcohol en gel. "Yo no tomé agua", avisó la Tauro, haciendo algo más leve el incómodo percance.

Lo dicho, no es fácil adaptarse a esta nueva vida con coronavirus; y mucho menos hacerlo frente a las cámaras en vivo. 

Fuente: Clarín