El maestro que inyectó en sus venas la pasión por el teatro fue Oscar Kummel, quien falleció en septiembre pasado; así, Gastón Mori comenzó a transitar escenarios, espejos y personajes hasta que decidió hacerlo un estilo de vida, para eso rumbeó a Córdoba en 1997 y se sumó a Cirulaxia Contra Ataca, una de las renombradas agrupaciones de esa provincia con el que hoy retornó a San Juan en el marco de la Fiesta Provincial del Teatro, Teatrina 2012. Con Lopatológico (hoy a las 21 y a las 23.30 en El Avispero), consagrada mejor obra teatral cordobesa de 2011 en marzo; y Desastres (el miércoles pasado en el Teatro Municipal de Albardón y ayer en el Cine Teatro Municipal); Mori recorre la provincia, con una maraña de sensaciones encontradas.
Los recuerdos de sus tiempos de aprendiz suceden a los de sus épocas en las grandes ligas, cuando con el elenco Nuestro Nuevo Teatro y a las órdenes de Kummel celebró el triunfo de Argimón en la Teatrina de 1993 y arrasó con premios en todo el país; todos ellos se agolpan en su memoria con perfume a melancolía.
"Volver me agarra nostalgia de cuando hacía teatro por hacer teatro, de ese teatro ingenuo, de cuando me manejaba en bicicleta y hacíamos la escenografía con nuestras manos…, pero estoy feliz", destaca.
"¿Por qué me fui? Necesitaba irme, necesitaba cambiar de aire, tenía la sensación que en San Juan se habían agotado ciertas cosas, los recursos humanos más que nada, el quiebre fue cuando se desarmó Nuestro Nuevo Teatro en 1996 después de poner El cepillo de dientes y De víctimas y victimarios, cada uno de nosotros se fue por su lado. Después seguí con José Annecchini y Corazonada de Mujer; y con Mónica Calvo y Sábados de Caridad. Lo último que hice acá fue Pescado Frito en el "99′. Es la retrospectiva que hace el actor de sus pasos en la escena local, a la que vuelve después de su última vez, hace dos años. En esa oportunidad, se presentó con los Cirulaxia en el homenaje que recibió Kummel en la edición 2010 de este acontecimiento teatral, por parte del Instituto Nacional del Teatro.
"A Oscar lo vi por última vez en el Teatro Sarmiento cuando puse Con bombos y platillos; en el medio del pasillo de la sala, me dijo: Gastón te vi actuar. Su abrazo aquella vez, fue un regalo de Dios, él me contagió el amor al teatro, él me decía: vos tenés que seguir…"; recordó el artista con la ausencia todavía fresca del entrañable teatrero.
Desde 1986 a la actualidad; con la compañía mediterránea fundada en 1986, Mori dice que consiguió su objetivo de "unir lo afectivo con lo profesional". ¿Si tuvo que pagar derecho de piso? "Los pisos los sigo lavando, yo empecé haciendo reemplazos hasta que entré como titular en Purolópez, una versión de Fuenteovejuna de Lope de Vega", rememoró, satisfecho con el camino recorrido y con el anhelo de dar un salto más alto, como es "llegar a Europa", siempre atado al sentimiento de retornar a sus pagos, aunque sea cada tanto.

