Una tarde maravillosa y primaveral fue el entorno perfecto para un gran encuentro entre la nostalgia poética de Buenaventura Luna y la comunidad huaqueña. El pueblo recibió con sus mejores percantas a una multitud que se plegó al homenaje organizado por el Ministerio de Cultura y Turismo de la Provincia junto a las instituciones del medio (todas las uniones vecinales del Alto Huaco y del Centro, el Club Huaco y las promociones de las escuelas del medio encargadas, entre otras cosas, de preparar los riquísimos platos) que anualmente tributan al exquisito poeta huaqueño. La fiesta del Molino Viejo, en el escenario ubicado al costado Norte del milenario Molino de Piedra que naciera a la vida en 1844, arrancó con la conducción del legendario Jorge Darío Bence, reconocido en Buenos Aires como uno de los defensores relevantes de la cosas de la tierra en el gran Oeste argentino. El Aparcero evocó la obra y figura del gran vate lugareño, "el hombre que le cantó a su Huaco, a sus mansas, a sus cerros, a su río, a la humildad de su gente, en un mensaje claro, con poesía, con calidez y que tuvo resonancia nacional e internacional…", comentó el conductor.
Por el escenario del Molino Viejo pasaron Los Arrieros Huaqueños, el dúo Paez-Brizuela, el dúo Ruarte-Molina, el Ballet Jáchal, El Chango Huaqueño y Los 4 de Córdoba, que cerraron el festival. Un hecho llamativo fue la presencia de turistas que llegaron al Norte provincial a través de la nueva Ruta 150.

