En un contexto de aislamiento y cuarentena, los artistas sanjuaninos de la danza no pueden quedarse quietos. Y como una forma de dar visibilidad a su producción artística, los hacedores independientes -especialmente los que están vinculados a la danza contemporánea- crearon un ciclo diario a través de Instagram TV. Es la primera en su naturaleza, y así como los músicos hicieron acciones en las redes sociales, existe ahora esta plataforma virtual de la danza independiente. Con el nombre de "Plataforma Danza San Juan", cada jornada (a partir de las 20hs) se difunden historias en las que coreógrafos, bailarines y directores comparten sus experiencias con obras determinadas, a las que cualquier usuario interesado podrá acceder de manera gratuita. El primer ciclo virtual es denominado Re-Habitar y cuenta con micros de entre 5 y 10 minutos de duración, producidos de manera colectiva por María Julia De Nardi, Martina Rosales, Matías Tello, Giselle Slavutzky, Flavia Moncunill, Leandro Bustos, Carla Vellio, los sanjuaninos radicados en Beirut (El Líbano) Raúl Manzano y Gisella Rodríguez y la participación de Guiomar Peñafort, residente en Buenos Aires. 

Giselle Slavutzky expresó las intenciones de esta propuesta: "Decidimos generar este espacio para hacer visible nuestro trabajo, por una cuestión de pensar la danza en los espacios cotidianos y no convencionales. Porque más allá de la actual situación que estamos viviendo, la danza viene hace tiempo en una carencia de espacios adecuados para desarrollarse como disciplina. Lo bueno es que esta plataforma seguirá convocando a hacedores sanjuaninos a que envíen sus propuestas a futuro y pasemos esta emergencia. Será un encuentro de espacio-tiempo que logramos coincidir entre todos". 

Como forma de militar la danza y que esta sea considerada como herramienta profesional de expresión, la plataforma es concebida bajo el concepto de producción colaborativa, es decir todos sus integrantes participan en diferentes áreas de manera horizontal: "Nos enorgullece y apelamos a construir desde la danza y fuera de la lógica capitalista e individualista", expresó la bailarina. Por su parte, Carla Vellio, opinó sobre su participación en esta instancia: "Me interesó porque lo que hacemos en un escenario, es efímero y se pierde en el momento que se hace. Ahora, esta es una oportunidad para registra el laburo cotidiano. En mi caso, fue un desafío y una experiencia especial y única que se vive en casa', dijo. Flavia Moncunill, otra de las integrantes de la plataforma, expresó: 'Queremos hacer frente a una situación de emergencia de una manera amena y que el público invitado, sea parte de nuestros procesos creativos. Además, le damos valor a nuestro trabajo, por eso habilitamos un canal de pago y es voluntario para el que quiera aportar y apoyar estos proyectos", destacó la artista que, "es una nueva forma de vincularnos con el mundo" a través de la tecnología.

Matías Tello, quien reside en Buenos Aires hace unos años, contó: "Me pareció muy buena esta idea, en nuestro trabajo, estamos obligados a tener contacto con la gente, pero en estas circunstancias, tenemos el poder de mostrar lo que hacemos a través de las redes. Hoy en día es importante estar conectado de algún modo. Es un acto expresivo de parte nuestra y las nuevas tecnologías nos abre una nueva opción, la danza o video-danza, tendrá un plus para poder llegar a cualquiera con acceso a Internet. Es también, un incentivo a otros bailarines que deseen sumarse y luchar contra el claustro", concluyó. 

En el buscador de Instagram, hay que escribir "@plataformadanzasanjuan" para acceder a la plataforma. Desde hoy hasta el 29 de marzo. El espacio contará con un código QR de Mercado Pago para que los espectadores, si así lo desean, colaboren con una suscripción de $100 por cada día o $400 por el ciclo completo. También, pueden seguir los eventos en el canal oficial de Youtube: Plataforma Danza San Juan. Allí, estarán subidas desde hoy, las primeras obras "Último día" de Slavutsky y "En una", adaptación de Raúl Manzano y Gisella Rodríguez, con Melina Hojman.