Bajo el lema “Transformando destinos: Innovación, Tecnología y Sostenibilidad para un Turismo Inteligente” con el que comenzó el Foro Nacional de Turismo 2025 en San Juan, los escultores y hermanos Florencia y Andrés Irustia Dessesff – que ganaron el primer premio adquisición en Escultura en la quinta edición del Premio Franklin Rawson a las Artes Visuales 2024 – también forman parte de las propuestas con su muestra “Horizonte Cercano” que se podrá visitar en el Hall del Teatro del Bicentenario.
“Fuimos convocados por el ministro de Cultura, Guido Romero; y la subsecretaría de Cultura, Marcela Zegaib para ser partícipes del Foro Nacional de Turismo”, destacó Florencia a DIARIO DE CUYO acerca de la exposición compuesta de cuatro obras y una instalación central que, como confirmó, quedará expuesta durante dos meses y podrá recorrerse de lunes a viernes, de 9:30 a 14 h y de 16 a 20 h; y los sábados de 10 a 14 h.
“Elegimos el nombre Horizonte Cercano porque sentimos que en nuestro trabajo siempre hay una búsqueda de lo que está más allá, pero al mismo tiempo muy próximo: ese punto donde lo cotidiano se encuentra con lo poético, donde la tierra se toca con el cielo’, recalcó la artista en referencia a esta colección en la que agregó que tuvieron la suerte de “tener el acompañamiento de Alberto Sánchez Maratta con su texto curatorial”.
“Estuvimos sin respiro preparando esta exhibición porque el pasado 4 de julio presentamos nuestra primera muestra individual en Buenos Aires al ser llamados por la galería Roseum Arte Contemporáneo. La titulamos “Lo que se desata” y fue toda una experiencia. La galerista Virgina Rojas estaba por abrir un nuevo espacio y como le encantan nuestras obras nos quería para la inauguración. Ahí contamos con el texto curatorial de Emanuel Diaz Ruiz, director del Museo Franklin Rawson”, destacó quien junto a su hermano, comparten el nombre artístico Cimarrones, siempre trabajando a la par en cada una de sus creaciones.
De esta forma, con todas esas sensaciones a cuestas, para el Teatro del Bicentenario, los artistas decidieron componer una obra que se llama Intersticio, un portal poblado de pájaros. Es una obra que habla de la idea de atravesar un umbral, de pasar de un espacio a otro, pero también de cómo en esos intersticios, en esos pequeños vacíos, anida la vida y el vuelo.

La segunda se titula Pléyades, se trata de un conjunto de tres tótems en decreciente altura. “Están inspirados en las construcciones incaicas, en ese modo de ensamblar bloques de piedra con absoluta precisión. Cada tótem guarda en su interior una ventana trapezoidal con una pieza de cerámica calada azul nacarado, cuyo diseño remite al caleidoscopio. Cada ventana tiene un orificio central y, al mirarlas alineadas, aparece una visión que se multiplica, como las estrellas que dan nombre a la obra”, explicó Florencia.

La tercera es Amalgama, un cactus de más de tres metros y medio de altura. En su base se transforma en asiento, invitando a que alguien se siente, y en su punta se une con el cielo a través de un trabajo en cerámica. “Lo pensamos como un faro en medio del desierto, un punto de encuentro entre la inmensidad y la intimidad de la experiencia humana”, describió la coautora.

La cuarta pieza es Equinoccio. Son dos vigas verticales que continúan su recorrido unificado con la base y sostienen cada una una fracción de un sol de cerámica dorada. La superficie de madera contiene una frase escrita. La persona que se coloca en el centro queda rodeada por este sol dividido, como si habitara ese momento preciso en el que la luz se equilibra. “Es una obra pensada para ser vivida con el cuerpo”, reflexionó la joven.

Y en el centro de todo el espacio se encuentra la instalación Resonancias, compuesta por 17 piezas de cerámica que forman un arco. “Están trabajadas con un acabado que remite a un cielo nocturno profundo, lleno de estrellas. En su parte superior poseen brazos que varían en movimiento y, entre ellos, nace un ala que acompaña ese gesto. Esta obra reúne varios conceptos: es una metáfora del cordón montañoso que rodea la provincia, visible de día, pero que en la noche se funde con el cielo. También es una representación de la danza, de los cuerpos que se mueven en libertad dentro de este mismo teatro”, analizó la hacedora para quien “en conjunto, todas las obras buscan abrir un espacio donde tierra y cielo, naturaleza y cultura, cuerpo y espíritu, puedan dialogar. Ese es nuestro Horizonte Cercano”.


