“La vida de un hombre que no conoció la fama”. Ese es el ya atrapante título de lo que será, seguramente, un recorrido aún más cautivante sobre la vida y obra de un genio de la música clásica: Johann Sebastian Bach (1685–1750). El encargado de conducir a la audiencia por una de las biografías más apasionantes de la historia de la música, de manera amena e ilustrativa, es el profesor de historia Guillermo Diedrichs, quien piloteará un viaje al encuentro con Bach, el jueves 24 de octubre, en el Instituto Alemán de San Juan.
“Compositor y músico alemán del Barroco, considerado por muchos como el más grande de la historia. Su virtuosismo en el órgano y el clavecín, así como la complejidad técnica y la profundidad espiritual de su obra, sentaron las bases de la música moderna. A pesar de su genio, no alcanzó gran reconocimiento en vida. Su legado fue redescubierto siglos después, revelando a un artista profundamente influido por su fe luterana y su incansable búsqueda de perfección musical”, dice la invitación a la charla.
La Pasión según San Mateo, Tocata y fuga en re menor, BWV 565, Conciertos de Brandeburgo, Oratorio de Navidad, Magnificat, Preludio y fuga en la menor, BWV 543, y Oratorio de Pascua son algunos de los tantos títulos que integran un monumental cuerpo de más de mil obras.
Su principal fortaleza fue el contrapunto y la arquitectura musical. Bach podía construir estructuras musicales complejas con una lógica interna impecable, sin perder expresividad. Su música es tanto un deleite intelectual como emocional.
Escribió música vocal, como cantatas, pasiones, misas, motetes y corales. También compuso música instrumental, entre ellas piezas para órgano, clavecín, violín y violonchelo. Produjo música canónica, como cánones y fugas, muchas de las cuales fueron descubiertas después de 1950. Este volumen y variedad de composiciones reflejan su increíble productividad y su dominio de prácticamente todos los géneros musicales de su época.
Sin embargo, como trabajó principalmente como maestro de capilla y organista, su fama estuvo limitada a círculos religiosos y académicos. Además, Bach no viajó ni buscó el reconocimiento como otros compositores de la época. Además, el surgimiento de colegas como Haydn y Mozart, considerados representantes de “la nueva tendencia”, hizo que lo tildaran de anticuado. Sumado a que su música era compleja y exigente, Bach partió de este mundo sin conocer la fama. El reconocimiento llegaría 80 años después de su muerte, cuando Felix Mendelssohn dirigió La Pasión según San Mateo en Berlín, un fabuloso concierto que revivió el interés por sus creaciones.

Tomá nota:
- “La vida de un hombre que no conoció la fama”
- Jueves 24 de octubre
- 18 h
- Sala Goethe – Fundación Instituto Alemán (Santa Fe antes de Gral. Acha)
- A cargo del Prof. Guillermo Diedrichs
- Entrada libre y gratuita

