La esperada gala de eliminación de Gran Hermano, celebrada el domingo 9 de febrero, finalmente reveló al participante que dejaría la casa tras una noche de tensión y expectación. Con siete concursantes nominados —Brian Alberto, Santiago Algorta, Juan Pablo De Vigili, Sandra Priore, Ulises Apóstolo, Katia Fenocchio y Giuliano Vaschetto—, los nervios estuvieron a flor de piel durante todo el programa. Sin embargo, al final de la noche, el público decidió que quién debía abandonar el juego fuera Nano.

La tensión aumentó a medida que avanzaba la gala, y la sorpresa llegó en el frente a frente, cuando el esperado mano a mano se dio entre Brian y Giuliano. Ambos participantes habían acumulado un alto número de votos, lo que provocó que todos los ojos estuvieran sobre ellos en los últimos minutos del programa.

La “pica” entre Giuliano y Brian ya era evidente. Ambos habían tenido varios roces dentro del juego, pero fue una decisión clave de Vaschetto, que terminó fulminando a Alberto, lo que avivó aún más la tensión entre ambos. Esa salida, en realidad, había sido falsa y el vendedor ambulante estaba aislado en un hotel y volvió a la casa más famosa pocos días después.

El regreso de Brian a la casa con regalos y su promesa de ir “en paz, menos con uno” solo intensificó la rivalidad, dejando en claro que la relación entre ambos no iba a ser fácil. Aunque la bienvenida a Brian fue llena de abrazos y emoción para muchos, Giuliano se mostró distante, con una sonrisa que podría haber sido más un reflejo de sospecha que de felicidad genuina.

Finalmente, Santiago del Moro anunció el eliminado de la noche y los participantes quedaron sorprendidos, principalmente, porque Giuliano había sido el último en ingresar el jueves por la noche, en reemplazo de Jenifer Lauría. Una breve estadía.