En el marco de los 200 años de lazos argentino-alemanes, que han tenido diversas manifestaciones artísticas en la provincia, los Goethe-Zentrum de San Juan y Mendoza, junto a la Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR), lanzaron una convocatoria nacional de artes visuales para reflexionar sobre temáticas cruciales como migración, identidad, democracia y memoria histórica. El resultado es muy feliz para San Juan: la obra Memoria Sellada, de la artista Elena Spengler, obtuvo el Primer Premio en este concurso federal.
El galardón implica la exposición de Memoria Sellada durante un año en el Consulado Alemán de Mendoza, además de la entrega de materiales artísticos y un curso de alemán. La premiación tendrá lugar el jueves 30 de octubre en el Consulado, donde se exhibirán también las otras obras seleccionadas, de distintas provincias.

“Recibir la noticia del primer premio fue muy gratificante, lo primero que pensé fue en mis padres, porque gracias a ellos, a cosas muy lindas que atesoraron, yo tengo el material en el que me inspiré para hacer la obra. Tengo cuadernos de mi papá de cuando tenía 10 años, con letra suya, una caligrafía perfecta en gótico antiguo, un estilo que fue prohibido durante la guerra… Es una joya porque son cosas que hoy puedo plasmar y continuar contando historias. Bueno, por eso se lo dedico a ellos”, contó a DIARIO DE CUYO Elena, antes de adentrarse en la memoria que sustenta y que se resignifica en su pieza premiada.
Memoria Sellada es, claramente, un testimonio de la historia de sus antepasados. Nieta de inmigrantes alemanes nacida en Entre Ríos, en una colonia donde incorporó su cultura y sus tradiciones, incluyó en su creación -como adelantó- elementos de gran valor histórico y sentimental, como estampillas y cartas.
“Mi papá era de las colonias del Volga. En Entre Ríos vivían en colonias donde conservaban las mismas tradiciones y eso los mantenía muy unidos. Eran aldeas muy cerradas, donde mantenían su cultura, costumbres, el idioma y la religión luterana”, relató; y e incluso recordó que sus hermanos mayores ni siquiera hablaban castellano cuando ingresaron a la escuela. “Bueno, toda mi familia es luterana, yo también. Cuando era pequeña, durante el día se trabajaba. Y en la tardecita, siempre, mientras mi mamá preparaba la cena, mi papá nos reunía a los ocho hermanos, él tocaba el órgano y también el violín, y cantábamos los himnos y los cánticos de la iglesia luterana. Y después cenábamos todos juntos”, rememoró. Estas melodías, a menudo con música de Bach -quien falleció en Leipzig, zona de origen de la familia de su madre- también fueron parte del cimiento cultural “espectacular” -como lo definió- que hoy se proyecta en su arte.
La premiación tendrá lugar el jueves 30 de octubre a las 20:00 h en el Consulado Honorario de Alemania en Mendoza (Av. Perú 1188, M5500 Mendoza). Allí se presentarán las obras ganadoras, que formarán parte de una exposición.
Justamente, la artista que se considera una sanjuanina más, ya que en 1978 se radicó en la provincia, ve el arte como un vehículo para mantener viva la identidad cultural y la memoria histórica.
“Para mí esta obra es resignificar todo eso que hay detrás, pero también que no quede como algo estático, sino que continúe en el tiempo, que no quede guardado en los cajones, en el olvido. O sea, es celebrar el legado, pero no de una forma estática, sino también como un espejo para pensar los desafíos actuales”, marcó Spengler.
La obra premiada
La obra que ganó el certamen “Transformación, identidad y democracia – 200 años de inmigración alemana en Argentina” es técnica mixta, collage y pintura, sobre tela.
En Memoria Sellada, explicó, “indago los rastros que deja la migración no sólo en la historia oficial, sino los gestos íntimos: cartas, sellos postales, caligrafías heredadas”.
La artista destacó que “la figura central es una estampilla alemana antigua que se fusiona como símbolo dual: encara tanto la idea de nación como el deseo de permanencia cultural más allá del territorio. Intervenida por escrituras y marcas postales, se transforma en ícono que migra, se reescribe y se resignifica en el tiempo”.
Y agregó “Memoria Sellada propone una lectura poética y política sobre lo que persiste: las lenguas cruzadas, los relatos no contados, la tensión constante entre pertenencia y transformación”.

