El departamento de Jáchal atraviesa horas de profundo dolor tras conocerse el fallecimiento de Horacio Antonio Villafañe Ahumada, conocido en el mundo artístico como el Chango Huaqueño, quien murió este lunes luego de atravesar una larga enfermedad.
Nacido el 6 de noviembre de 1953 en Huaco, Villafañe se convirtió en una de las voces más representativas de la cultura popular sanjuanina y del folclore argentino. Su talento y compromiso con la música lo llevaron a escribir más de 100 composiciones y a dejar grabados 14 discos, obras que se transformaron en un verdadero legado para las generaciones futuras.
El Chango Huaqueño supo elevar las raíces de su tierra natal y transmitirlas al país entero. Cada una de sus canciones, inspiradas en la vida, la naturaleza y las tradiciones del pueblo cuyano, fueron parte de un camino artístico marcado por la autenticidad y la pasión. Sus letras y melodías se transformaron en un patrimonio vivo, no solo de San Juan sino de todo el folclore nacional, conquistando escenarios, festivales y corazones en cada presentación.
En Huaco, su pueblo de origen, siempre fue reconocido como un embajador cultural que llevó con orgullo la identidad jachallera a todos los rincones de la Argentina. Su nombre quedó grabado en peñas, guitarreadas y escenarios donde la tonada y la cueca se encontraron con su voz y su guitarra.
La partida del Chango Huaqueño deja un vacío inmenso en la música popular. Sin embargo, su obra permanece intacta, como un eco que seguirá acompañando a quienes aman el folclore y encuentran en él un refugio de identidad y pertenencia.
Hoy, Jáchal lo despide con tristeza, pero también con gratitud por haber regalado al pueblo canciones que ya forman parte de la memoria colectiva.

