El mundo del espectáculo atraviesa horas de profundo pesar tras conocerse la muerte de Guadalupe Leuviah, una figura emblemática del teatro de revista y la televisión argentina, a los 76 años. La artista, reconocida por su multifacética carrera como vedette, bailarina, cantante, docente y actriz, falleció durante la madrugada después de una extensa batalla contra el cáncer de estómago. La noticia fue confirmada por su jefe de prensa y amigo, Lautaro Reyes, al medio local Mar del Plata Web, y rápidamente generó un vacío en el rubro que supo dejar su huella.

Guadalupe permanecía internada en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) de Mar del Plata, ciudad en la que residía desde hacía varios años. Su salud se vio gravemente afectada en los últimos tiempos por la imposibilidad de ingerir líquidos y alimentos, lo que le provocó una pérdida de 18 kilos en las semanas finales de su vida. A pesar de las adversidades, quienes la rodearon destacan que nunca perdió su fortaleza ni su calidez, manteniendo la entereza característica que la definió tanto arriba como abajo del escenario.

A lo largo de su carrera, Guadalupe se consolidó como una de las grandes vedettes y actrices del país, forjando una trayectoria que la llevó a compartir escenarios con referentes del humor y el espectáculo nacional. En las míticas revistas porteñas brilló junto a figuras como Jorge Porcel, Tato Bores, Rodolfo Zapata, Calígula y Alberto Olmedo, entre otros. Su presencia en los escenarios porteños dejó una marca indeleble en la cultura popular, sumando carisma, talento y entrega en cada función.

En el cine, Guadalupe participó en una decena de películas que reflejaron su versatilidad artística. Entre sus trabajos más destacados figuran Qué noche de casamiento, El sátiro, Póker de amor para tres, La flor de la mafia, Las procesadas, La dama regresa y Durero, viaje por el cuerpo. En este último film, dirigido por Jorge Polaco, asumió el reto de interpretar a una mujer ciega, un papel que fue especialmente valorado por la crítica y que le permitió demostrar su capacidad para asumir desafíos actorales complejos.

Su paso por la televisión también fue relevante. Guadalupe se lució en programas como La tuerca, Detective de señoras, Es tuya, Juan y “La familia Benvenutto”, alternando entre la comedia y el drama, y sumando su impronta a diversas producciones. En el teatro, además de su faceta como vedette en numerosas revistas, demostró su rango como actriz dramática y comediante en obras como Ruido de aplausos, Sweet Charity, Penas de amor de una gata inglesa, Fascinación, A reír que es bueno, Guadalupe en la buena senda, Pippin, El patio de la morocha y Hamlet, de William Shakespeare.

En el último tramo de su carrera, Guadalupe integró el elenco de “La Revista de Mar del Plata”, espectáculo que recibió el Premio Estrella de Mar y que la tuvo como una de las figuras centrales. Esta participación marcó el cierre de una etapa artística en la que supo reinventarse y mantenerse vigente, ganándose el reconocimiento y el cariño tanto del público como de sus colegas.

Guadalupe fue una comprometida docente, transmitiendo su experiencia y pasión a nuevas generaciones de artistas. Su dedicación a la formación y su generosidad fueron rasgos destacados por quienes compartieron escenarios y aulas con ella.

Según indicó el medio marplatense, los restos de Leuviah serán velados este domingo en la cochera de Las Avenidas, en Avenida Libertad 5057, de 16 a 20. En este encuentro, amigos, familiares y figuras del espectáculo tendrán la oportunidad para darle el último adiós a una artista que dedicó su vida al arte y dejó una huella imborrable en la historia del teatro y la televisión argentina.

El legado de Guadalupe se mantiene vivo en la memoria de quienes la vieron brillar sobre los escenarios y en las pantallas, así como en las generaciones de artistas que se formaron a su lado. Su paso por la revista, el cine, la televisión y el teatro la convirtió en una figura admirada y respetada, capaz de reinventarse en el rubro donde supo dejar su marca.