El concierto que el viernes 3 de octubre ofrecerá la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de San Juan será, sin dudas, un espectáculo para no perderse. Una sola obra sinfónico-coral se desarrollará a lo largo de la velada y contará también con la participación del Coro Universitario de la UNSJ, dirigido por Jorge Romero, y de cantantes invitados del Coro Universitario de Mendoza, además de los solistas María Milagros Nacif (soprano) y Fernando Lazari (barítono), todos bajo la conducción general del titular de la Sinfónica, el maestro Wolfgang Wengenroth. Semejante despliegue artístico está a la altura del título seleccionado para la ocasión: Un Réquiem Alemán, del compositor Johannes Brahms.

“Es una obra muy importante para mí, personalmente, como alemán. Y no es casualidad que vayamos a interpretarla justo el 3 de octubre, que es un día festivo en Alemania”, comentó a DIARIO DE CUYO Wengenroth, haciendo referencia al Día de la Unidad Alemana, que conmemora la reunificación de ese país después de más de cuatro décadas de separación.

El director, quien explicó que en Alemania este tipo de festejos nacionales “nunca son algo rimbombante, sino más tranquilo”, contó que esta creación, que con frecuencia se escucha en esa fecha en su tierra, tiene una gran particularidad: “Algo especial de esta obra es el hecho de que tiene letra en alemán. Es decir, Brahms rompió la tradición de usar los textos de la misa católica, como se hacía en siglos anteriores, y eligió algunas partes de la Biblia en la traducción de Martín Lutero (NdeR: quien impulsó la Reforma protestante en Alemania). En general, la atmósfera es mucho más positiva que la de un réquiem en latín”, precisó. Y agregó: “En general, es una obra de mucha esperanza, y eso me encanta. Tiene una gran suavidad; recuerda al ser humano lo inevitable de la muerte, pero no como algo cruel, sino como parte de la vida”.

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Wolfgang Wengenroth, director titular de la Orquesta Sinfónica de la UNSJ

Brahms, definió el maestro, expresó su sentir en siete movimientos “impresionantes, compuestos perfectamente”, algo que marca su propio estilo. “No todos los genios tienen esa perfección. Por ejemplo, en la misma época compuso Wagner, y realmente es un compositor revolucionario: aportó muchas ideas nuevas respecto a la armonía y la instrumentación. Pero su estilo, su manera de componer, no es perfecta como sí lo es la de Brahms. Podría decir que Brahms es, en ese sentido, el seguidor de Beethoven, quien también componía con una perfección increíble”, ilustró el director, quien acotó que también es un gran desafío para el coro, puesto que canta casi todo el tiempo.

Feliz de ofrecer esta propuesta a los sanjuaninos, Wengenroth concluyó con un deseo: “Me alegra mucho que vayamos a interpretar esta obra y espero que le guste al público de San Juan”.

Un poco de historia

Ein deutsches Requiem, Op. 45, es una obra monumental para soprano, barítono, coro y orquesta, compuesta por Brahms entre 1865 y 1868. El compositor comenzó a trabajar en ella tras la muerte de su madre y de su mentor Robert Schumann, lo que le dio un tono profundamente personal y reflexivo.

Cada uno de sus siete movimientos está basado en pasajes bíblicos cuidadosamente seleccionados. No menciona explícitamente a Jesús, lo que la hace menos doctrinal y más humanista, conservando un estilo “sagrado”, pero no litúrgico, podría decirse; donde el fin principal es más bien consolar a los vivos que despedir a los muertos.

Se estrenó de manera completa en abril de 1868, en la Catedral de San Pedro de Bremen, coincidiendo con el Viernes Santo. Brahms dirigió personalmente el concierto, lo que marcó un momento clave en su carrera. Desde entonces, se convirtió en una de las composiciones más importantes del repertorio coral sinfónico y consolidó a su creador como un compositor de talla internacional.

📌 Para agendar: Un Réquiem Alemán, de Johannes Brahms.  Viernes 3 de octubre, 21:30 hs, Auditorio Juan Victoria. Entrada libre y gratuita