Asesinado o ejecutado. Para el caso es lo mismo. Cómo fue el final de Muammar Kadafi aún no está del todo claro. Sin embargo, un joven combatiente habría sido quien tomó justicia por mano propia durante la captura del dictador libio. Se trata de Al Shebani de 18 años. La cadena árabe Al Arabiya lo identificó como quien disparó contra el dictador libio una vez capturado por los rebeldes. Y la mayoría de los reporteros gráficos que cubrieron el acontecimiento mostraron su foto donde posa orgulloso paras la cámaras con la pistola de oro de Kadafi. “No me disparen, no me disparen”, dicen que suplicó a sus captores cuando se vio acorralado.

Algunos fuentes extraoficiales dijeron que recibió un disparo en la cien a corta distancia que no era perceptible en las imágenes que se difundieron por televisión pero que le provocaron un baño de sangre que ensuciaban los pantalones de quienes lo levantaban. La grabación difundida por Al Yazira mostró al coronel vivo en medio de varios milicianos rebeldes. En el vídeo, el dictador está herido, pero parece poder caminar sin demasiados problemas, lo que sugiere que Kadafi de 69 años podría haber sido ejecutado a sangre fría.

Tal vez nunca se sabrá con exactitud si el tirano se resistió, si había resultado herido horas antes por la OTAN o si fue uno de los combatientes quien le disparó, pues los nuevos líderes en Libia tienen un gran interés de mostrarlo como un cobarde que se escondía en un agujero al igual que lo hizo Saddam Hussein, detenido a finales de 2003 en Irak.

Lo cierto es que la muerte de Kadafi fue interpretada por los líderes mundiales como una esperanza para Libia que tendrá que definir, a corto plazo, un llamado a elecciones para iniciar el camino de la democracia.

El presidente de EEUU, Barack Obama aseguró que la muerte del dictador marca “el final de un capítulo largo y doloroso” y abre “una oportunidad para el pueblo libio para decidir su propio destino”.

“No nos engañamos: el camino de Libia hacia la democracia será largo”, reconoció Obama e instó a los libios a respetar los derechos humanos y a poner a buen recaudo las armas pesadas en el país.

Con la caída completa del régimen libio, la primavera árabe logra avanzar un paso más. Incluso, Kadafi se convirtió en el primer líder que perdió la vida tras el inicio de la rebelión civil. El primero de los regímenes en caer fue el del tunecino Ben Alí en enero, luego de que el pueblo protestara contra su dictadura por un mes. Después fue el turno del régimen de Egipto, el de Hosni Mubarak, quien debió renunciar tras 18 días de numerosas manifestaciones en su contra.