Buenos Aires, 15 de marzo.- Decenas de teorías surgieron luego de que un ave se posara sobre la chimenea que preanunció la unción del Papa.
En el segundo día del cónclave de cardenales que elegiría a Jorge Bergoglio como Sumo Pontífice, un episodio inesperado captó la atención de los que esperaban el humo blanco.
En la previa a la segunda fumata, una gaviota se posó sobre la chimenea de la Capilla Sixtina. Quienes estaban allí la fotografiaron y comenzaron las especulaciones.
La primera teoría apuntó a que se trataba de una paloma que indicaba la presencia del Espíritu Santo; de ahí en más se sumaron especulaciones que llegaron al extremo con la hipótesis de que el pájaro escondía un mensaje apocalíptico.
La Agencia Informativa Católica Argentina (AICA), órgano de difusión del arzobispado, sumó un dato que alimentó el misticismo del mensaje porque podría indicar la inminente elección de un Papa argentino.
“Quienes no saben distinguir especies de aves, suponían que era una paloma. En realidad, la aposentada en la chimenea de la fumata era una gaviota de la especie Larus argentatus”, dijo AICA.
“Larus es el nombre genérico de las gaviotas, y argentatus hace referencia a su color blanco, que en heráldica se llama plata (argentum), lo mismo que el nombre del país de donde proviene el nuevo Papa: Argentina, cuyo nombre deriva del Río de la Plata, sobre el que se recuesta la ciudad de Buenos Aires”, concluyó.