Varios funcionarios italianos renunciaron ayer al gabinete que encabeza el primer ministro, Silvio Berlusconi, en un nuevo episodio de la pelea con su ex aliado y presidente de la Cámara de Diputados, Gianfranco Fini, que podría provocar la caída del gobierno.
El ministro para Europa, Andrea Ronchi; el viceministro de Fomento, Adolfo Urso, entre otros, aliados a Fini, enviaron una carta a Berlusconi anunciando su dimisión. Estas salidas oficializó la escisión en el partido gobernante, Pueblo de las Libertades, fundado por Berlusconi y Fini, y cuyo bloque en el Congreso italiano ya estaba dividido desde agosto.
Los seguidores de Fini, reagrupados en el nuevo partido Futuro y Libertad tienen peso en Diputados, donde lograron conformar un bloque de unos 40 legisladores y hacerle perder la mayoría a Berlusconi, quien en estas condiciones debe afrontar una moción de censura propuesta semanas atrás, por la oposición, a lo que sumaron los pedidos de renuncia por parte de Fini.
El politólogo y pensador italiano Gianni Vattimo, estimó que Berlusconi podría intentar también una caída anticipada de su gobierno y buscar una victoria electoral en soledad, o más aún: buscar la presidencia del país.
