El gobernador colombiano Luis Francisco Cuéllar murió degollado la misma noche de su secuestro a manos de presuntos guerrilleros de las FARC, revelaron ayer en Bogotá fuentes de la Fiscalía General de la Nación.

Cuéllar falleció hacia las 23.00 locales del lunes (04.00 GMT del martes) tras ser degollado por quienes lo secuestraron, precisó la fuente, que pidió el anonimato.

La hora del deceso la establecieron los médicos del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (estatal) que realizaron la necropsia al cadáver, que fue hallado el martes por la tarde en una zona rural cercana a Florencia, la capital del Caquetá (Sur), departamento del que era gobernador Cuéllar.

La causa de la muerte fue el degollamiento, insistió la fuente, que señaló que el cuerpo de Cuéllar no presentaba heridas de bala.

La manera en que los presuntos rebeldes mataron al gobernador fue denunciada por el presidente colombiano, Álvaro Uribe, en una alocución al país el martes por la noche, pocas horas después de que se confirmara el desenlace fatal en este caso.

Los responsables de la investigación también establecieron que en la zona en la que se encontró el cadáver no hay huellas ni señales de enfrentamientos entre los presuntos rebeldes y las unidades de la fuerza pública que los perseguían, resaltó la fuente de la Fiscalía.

El cadáver fue encontrado en la misma zona donde las fuerzas de seguridad habían hallado previamente incendiada la camioneta utilizada por los secuestradores para escapar con el cautivo.

Cuéllar que fue secuestrado cinco veces, había advertido que si sufría una captura se iba a negar a caminar, lo que explicaría la decisión de ejecutarlo. A los 69 años fue secuestrado el lunes en un asalto a su domicilio en Florencia. Un policía de la escolta del funcionario murió en la incursión de los presuntos guerrilleros, que según las autoridades de Colombia, pertenecían a la FARC.