Al Gore, en otro tiempo imagen viva de seriedad conyugal e intachable hombre de familia que se esforzó por separarse de la sombra de Bill Clinton, se enfrenta en estas horas a la reapertura de una investigación policial por conducta sexual indebida.
Todo empezó en 2006, cuando Gore cometió supuestos abusos contra una masajista. Gore había viajado a Portland (Oeste de EEUU) para pronunciar un discurso sobre el cambio climático, la causa en la que se ha concentrado desde el 2000 (tras su fallido intento de ser presidente norteamericano) y que lo llevó a producir el documental "Una verdad incómoda", su trampolín para ganar el Premio Nobel de la Paz y el Oscar.
Según Molly Hagerty, de 54 años, Gore la acosó sexualmente durante una cita para un masaje la noche del 24 de octubre del 2006 en el Hotel Lucia de Portland, Oregón, donde el ex aspirante a la Casa Blanca se habría registrado con el nombre de "Sr. Stone". El caso saltó a los rotativos nacionales la semana pasada después de que el tabloide National Enquirer publicase las alegaciones de Hagerty en su portada.
En un giro inesperado, la Policía de Portland anunció el miércoles pasado la reapertura del caso, lo que podría implicar existencia de nuevas pruebas adicionales. "Es una investigación abierta y no puedo realizar comentarios", se limitó a decir a los medios la portavoz del cuerpo de policía, Mary Wheat.
Según la transcripción de una entrevista policial con la masajista en enero del 2009, ella sostiene que Gore la manoseó, la besó y actuó como un "perro en celo" durante la cita en el Hotel Lucia. Hagerty dijo sentir temor a represalias contra ella. "Sentí que incluso la más mínima queja suya al hotel podría destruir mi reputación", afirmó la masajista, quien mantiene que cuando estaba empaquetando sus cosas para marcharse Gore le tocó la espalda, las nalgas y el pecho.
La masajista aseguró también en su testimonio policial no estar buscando dinero sino justicia, aunque el diario The Washington Post informó la semana pasada que Hagerty quería un millón de dólares por contar su historia al National Enquirer.
Gore fue vicepresidente durante la presidencia de Bill Clinton (1993-2001) y perdió el pulso por la Casa Blanca contra George W. Bush en las elecciones del 2000 tras un interminable recuento de votos en Florida. En aquel entonces, Gore se esforzaba por escapar de la sombra del entonces presidente Bill Clinton, acosado por el escándalo de Monica Lewinsky, la becaria con la que mantuvo un romance que a punto estuvo de costarle la Presidencia. El candidato Gore no quería que le salpicara la aventura de su Jefe. Muchos piensan que si se hubiera apoyado en él, hubiera sido presidente.
La policía sostiene que el abogado de la masajista presentó las acusaciones dos meses después del incidente en el 2006, pero el caso se cerró porque Hagerty canceló tres citas con los detectives que debían de realizar la pesquisa. La mujer afirma que sus amigos progresistas la disuadieron de hacer el caso público con argumentos como el de que el calentamiento global acabaría destruyendo al mundo si ella "destruía" a Gore. Hasta que finalmente el 8 de enero del 2009, un detective de Portland la entrevistó pero concluyó que no había suficientes pruebas para respaldar sus acusaciones.
La noticia de supuestos abusos de Gore a una masajista llega después de que él y su esposa anunciaron su divorcio a principios de junio en un email enviado a sus amigos, después de 40 años de un matrimonio aparentemente feliz que el Premio Nobel de la Paz llegó a decir había inspirado "Love Story". EEUU todavía recuerda el prolongado beso que se dio la pareja durante la convención del Partido Demócrata en el año 2000.

