La sombra de Bin Laden volvió a poner ayer en estado de alerta al mundo, especialmente a los EEUU y a su presidente Barack Obama. Es que la red terrorista Al Qaeda de la Península Arábiga se declaró autora del intento frustrado de atentado el viernes en un avión norteamericano.

Fue un golpe de efecto que tuvo inmediata repercusión en la Casa Blanca ya que rompió el silencio que había mantenido hasta ayer el presidente Obama.

En un discurso a la nación, Obama prometió redoblar el combate a Al Qaeda y una "atenta revisión de todas las medidas de seguridad en el país".

"Es absolutamente crítico que aprendamos de este incidente y tomemos las medidas necesarias para evitar futuros actos de terrorismo", dijo Obama en Hawaii, donde está de vacaciones.

Al Qaeda en la Península Arábiga se declaró autora del intento de atentado contra un avión de la compañía estadounidense Delta que hacía un vuelo entre Amsterdam y Detroit el pasado 25 de diciembre.

El grupo terrorista, en un comunicado difundido en foros islamistas de internet, dijo que la acción era una represalia "por la injusta agresión estadounidense contra la Península Arábiga" y reconoció que la bomba no estalló por un "fallo técnico".

El comunicado de Al Qaeda, presentado con una foto que parece ser del nigeriano Umar Faruk Abdulmutallab, quien llevaba la bomba escondida entre las piernas.

Según la nota, Abdulmutallab burló "todos los dispositivos y tecnologías y las barreras de seguridad en los aeropuertos del mundo", lo que demuestra la "fragilidad" de los sistemas instalados en las terminales aéreas internacionales.

Califica al nigeriano, de 23 años, como "un joven rico y activo" y dijo que en su operación mantuvo una "coordinación directa" con los combatientes islámicos de la Península Arábiga, que tienen su sede central en Yemen.

El intento de atentado buscaba castigar a EEUU por su presunta participación en un reciente bombardeo contra reductos de Al Qaeda en Yemen, en operaciones "coordinadas entre Yemen, EEUU, Arabia Saudí y varios países vecinos", añade el comunicado.

El joven nigeriano, que llevaba una "bomba de alta tecnología", según Al Qaeda, la cual había sido probada y cuya eficacia supuestamente estaba demostrada, de acuerdo con el comunicado, "no hizo una plena explosión por un fallo técnico".

La nota declara la "guerra total" contra los "ejércitos de los cruzados", en alusión a las potencias occidentales, y también contra los "gobiernos títeres", y pide que se sumen a ella todos los musulmanes.

Informaciones publicadas en EEUU sostienen que el joven nigeriano había mantenido contactos con el clérigo yemení nacido en suelo norteamericano, Anuar al Aualaki. Este clérigo se cree que también estuvo vinculado con Nidal Malik Hasan, el militar estadounidense que el 5 de noviembre mató a trece personas en una base militar en Texas.

Aunque en los últimos días ha habido informaciones que hablaban de la posibilidad de que el clérigo Anuar al Aualaki pudiera haber muerto en un bombardeo contra un reducto de Al Qaeda en Yemen, fuentes de un consejo local yemení donde se registró ese ataque lo han negado.