Un terremoto de 6,6 grados en la escala de Richter sacudió a la provincia de Shizuoka (centro de Japón); tuvo su epicentro a 20 kilómetros de profundidad en la región de Suruga-wan y llegó a sentirse en Tokio. En tanto que un fuerte terremoto de 7,6 grados de magnitud se registró en aguas de las islas Andamanas, en el océano Indico. En ambos lugares hubo alerta de tsumani.