Los fallecidos en Alemania por el brote de una peligrosa variante de la bacteria “Escherichia coli (E COLI) Enterohemorrágica” ascienden a diez, según las autoridades alemanas, mientras los expertos siguen sin lograr determinar el origen de la contaminación.
Las autoridades sanitarias germanas confirmaron durante la jornada cuatro nuevas víctimas mortales del síndrome urémico hemolítico (SUH) que provoca este germen patógeno.
Entre esas últimas víctimas hay tres mujeres de edad avanzada y otra adulta, todas ellas residentes del Norte del país, donde se han producido la mayoría de casos. Dos de las ancianas, de 87 y 84 años, fallecieron entre la noche del viernes y ayer en la mañana en la Clínica Universitaria de Eppendorf, una localidad del Estado federado de Hamburgo (Noroeste del país), y en el municipio de Lauenburg, en el Estado de Schleswig-Holstein (Norte), respectivamente.
La tercera anciana, la última en fallecer, según se dio a conocer a última hora de esta tarde, es una mujer de 86 años que murió en la ciudad de Lübeck (Noroeste), en la sección local de la Clínica Universitaria de Schleswig-Holstein (UKSH).
Por su parte, una mujer de 38 años murió el pasado jueves, en el Estado federado de Schleswig-Holstein, pero hasta ayer no se confirmó que su muerte estaba relacionada con este brote infeccioso.
Además, las autoridades sanitarias destacaron que aún no se ha alcanzado el punto álgido de la infección, por lo que instaron a la ciudadanía, especialmente en el norte del país, a extremar las medidas de higiene. La portavoz del Ministerio federal de Agricultura, Holger Eichele, consideró “probable” que siga en aumento el número de casos hasta que no se identifique “sin lugar a dudas la fuente” del brote.