El Museo del Louvre, de París, y el Palacio de Versalles evacuaron ayer a sus visitantes y miembros del personal luego de recibir amenazas de bomba, informó la policía. El gobierno francés empezó a desplegar 7.000 soldados para aumentar la seguridad en el país tras un apuñalamiento en una escuela que dejó sin vida a un profesor y que fue perpetrado por un presunto extremista islámico.

Las evacuaciones de dos de los lugares turísticos más visitados del mundo se producen en medio de una mayor vigilancia en Francia tras el atentado del viernes en una escuela y las tensiones mundiales relacionadas con la guerra entre Israel y Hamás. El gobierno del presidente Emmanuel Macron está preocupado por las consecuencias de la guerra en Francia.

Las alarmas sonaron en todo el Louvre cuando se anunció la evacuación, así como en el centro comercial subterráneo situado bajo su emblemática pirámide. Según el Louvre, no hubo heridos. Calculan 15 mil evacuados. La policía de París informó que los agentes registraron el museo tras recibir amenazas de bomba por escrito.

La policía acordonó el monumento por todos los lados, así como el acceso subterráneo, mientras los turistas internacionales y otros visitantes salían en tropel. Videos publicados en internet mostraban a la gente saliendo, algunos apresuradamente y otros parándose para tomar fotos, otros aparentemente confusos sobre lo que estaba ocurriendo.

El palacio de Versalles, a 25 kilómetros de París, fue evacuado horas después que el Louvre. El palacio no volverá a abrir tras la evacuación, que afectó a miles de turistas. El alerta vino de un mensaje anónimo colgado en una página web, no identificada hasta el momento. Las autoridades no han informado sobre posibles incidentes durante la evacuación. El Palacio de Versalles, emblemático monumento del siglo XVII, recibe cada año a siete millones de personas, una cifra que sitúa a este conjunto arquitectónico como una de las atracciones más visitadas del mundo.

 

  • Hallan cadáveres de rehenes en Gaza

El Ejército de Israel informó ayer que durante sus operaciones en la Franja de Gaza halló los cadáveres de algunas de las personas secuestradas por el movimiento terrorista Hamás en su incursión del sábado anterior. ‘Hemos encontrado y localizado en el perímetro de la Franja de Gaza algunos cuerpos de israelíes que habían sido secuestrados’, indicó un portavoz del Ejército, el teniente coronel Peter Lerner.

Israel evalúa en por lo menos 120 el número de secuestrados por los combatientes de Hamás, que mataron además a unas 1.300 personas en su incursión del 7 de octubre. Entre los rehenes figuran militares, mujeres, niños, ancianos, trabajadores extranjeros y personas con doble nacionalidad.

Las fuerzas israelíes sometieron desde entonces la Franja de Gaza a constantes bombardeos en el enclave, que según las autoridades locales mataron a más de 2.200 palestinos, 724 de ellos niños.

Según Hamás, 22 rehenes murieron a causa de los bombardeos israelíes, nueve de ellos en las últimas 24 horas. El asesor de seguridad del Gobierno israelí, Tzachi Hanegbi, rechazó ayer cualquier posibilidad de negociación para un canje de prisioneros con Hamás.