Buenos Aires.- Los países miembros de la ONU se comprometieron ayer a intensificar la lucha contra el virus del SIDA y ratificaron su voluntad de terminar con la epidemia en 2030. El renovado compromiso se realizó hoy en Nueva York, durante la apertura de sesiones de un encuentro de alto nivel de la ONU para erradicar la enfermedad.

La declaración política, adoptada por consenso por todos los estados miembros de la ONU, es vista como una victoria debido a la mención de poblaciones particularmente vulnerables y al ambicioso compromiso para proveer acceso al tratamiento a 30 millones de personas que viven con el virus. No obstante, algunos críticos dicen que el texto no fue lo suficientemente lejos.

El documento precisa que las personas que usan drogas inyectables, las trabajadoras y trabajadores sexuales, los transexuales y los prisioneros son consideradas ‘poblaciones claves’ con mayores riesgos de infección a nivel global.

Esa referencia permaneció en el documento final pese al esfuerzo de último minuto por parte de Rusia para suavizar el texto, lo que llevó a que las negociaciones se extendieran hasta la noche del martes. Tras la adopción del documento, Rusia planteó reservas con respecto a la referencia a poblaciones clave y reducción de daños, al subrayar que los países tienen el derecho soberano de combatir al sida con medidas que están en línea con su legislación nacional, tradiciones y normas.

Australia y Canadá expresaron su desacuerdo con respecto a que el texto no llama explícitamente a terminar con el estigma, discriminación y violencia contra las lesbianas, gays, bisexuales y transexuales a nivel global.

Michel Sidibe, director del Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre VIH/sida (ONUSIDA), definió el documento como una ‘declaración política’ que ayudará a ‘cerrar una puerta y abrir otra para terminar con el sida’. También dijo que África alcanzó un punto de inflexión en la lucha contra la enfermedad, ya que por primera vez en el continente son más los pacientes tratados con VIH que los nuevos infectados.

El oeste y el centro de África, sin embargo, no pueden ser desatendidos en la lucha contra el sida, sostuvo el experto. Sidibé advirtió además de ‘un enfoque de dos velocidades’. El especialista también afirmó que los próximos cinco años son cruciales en la lucha contra el sida, e instó a los países a adoptar la aproximación de vía rápida propuesta por la ONU, que apunta a reducir el número de nuevas infecciones de 2,1 millones en 2015 a menos de 500.000 en 2020.

La ONY también busca reducir las muertes de enfermedades vinculadas con el sida de 1,1 millones en 2015 a 500.000 en 2020.