El Papa dio un paso más en la reforma de las instituciones vaticanas al crear una comisión para reformar la estructura económica administrativa de la Santa Sede, informó ayer el Vaticano. Esta comisión se suma a otra que ya se había formado para reformar el banco del Vaticano y también al grupo de ocho cardenales que ya fueron nombrados para revisar la Curia.

Mediante un documento escrito a mano y firmado, con fecha 18 de julio -igual que el pasado 26 de junio, cuando se creó la comisión que investigará el banco del Vaticano- Francisco creó esta nueva comisión, que tiene como objetivo ‘la simplificación y racionalización‘ de los organismos existentes y una más cuidadosa planificación de las actividades económicas de todas las administraciones de la Santa Sede. Así, el Papa pretende ‘soluciones necesarias para evitar dispendios de recursos económicos, favorecer la transparencia en los procesos de adquisición de bienes y servicios y perfeccionar la administración del patrimonio mobiliario e inmobiliario‘. También para operar ‘siempre con mayor prudencia en el ámbito financiero, asegurar una correcta aplicación de los principios contables y garantizar asistencia sanitaria y seguridad social a todos los que tengan derecho‘.

La comisión está formada por 8 personas, 7 laicos y un sacerdote. Ese equipo recogerá información, que presentará directamente al pontífice, y cooperará con el Consejo de Cardenales para el Estudio de los problemas organizativos y económicos de la Santa Sede.

Asimismo, podrá colaborar con el grupo de trabajo formado por ocho cardenales, creado el pasado 13 de abril para estudiar la reforma de la constitución apostólica Pastor Bonus, sobre la Curia Romana. El 26 de junio pasado, Francisco volvió a sorprender al crear una comisión de investigación para reformar el banco del Vaticano.