Miles de guatemaltecos salieron ayer a las calles, unos a exigir la renuncia del presidente Alvaro Colom, acusado de ordenar el asesinato de un prestigioso abogado, y otros a mostrarle su apoyo.
Estas movilizaciones se dan luego de la divulgación, el lunes pasado, de un video del abogado Rodrigo Rosenberg, quien había sido asesinado a tiros el día anterior en ese país centroamericano.
"Si usted está viendo este video es porque yo, Rodrigo Rosenberg Marzano, fui asesinado por el secretario privado de la Presidencia, Gustavo Alejos, y su socio Gregorio Valdez (empresario vinculado al Gobierno), con la aprobación del (presidente de Guatemala) Alvaro Colom y de (su esposa) Sandra de Colom", dice el abogado en la grabación realizada por él mismo.
El abogado dijo que investigaba acciones de corrupción en las que, afirmó, está implicado el Gobierno. En la cinta, Rosenberg asegura tener pruebas de la participación del presidente y de cercanos colaboradores suyos en el homicidio, el 14 de abril pasado, del empresario Khalil Mussa y su hija Marjorie.
Según Rosenberg, Mussa, quien formaba parte de la junta directiva del Banco de Desarrollo Rural (Banrural), de capital mixto, fue asesinado por negarse a encubrir "los negocios ilegales y millonarios" que se gestan en esa institución.
Según el abogado, los Mussa fueron muertos por querer denunciar la malversación de fondos de la administración Colom y su esposa. Por el incidente, unas 4.000 personas disgustadas, en su mayoría de clases media y alta, se congregaron ayer en la Plaza de la Constitución, de la capital.
A menos de diez metros de distancia, y separados por una barrera humana de las autoridades, se agruparon quienes, a pesar de las incriminaciones, respaldan a Colom.