Ante la profunda crisis financiera en la que está sumergida toda Europa, el Gobierno español ha dado el plazo de un año a los bancos para que la reestructuración del sector financiero sea completado. Por tal motivo el Gobierno ha dado cuatro meses a las entidades para anunciar eventuales fusiones y un año para sanear sus activos inmobiliarios con 50.000 millones de euros.
El objetivo de la nueva reforma financiera, que aprobará hoy el Consejo de Ministros, es lograr en poco tiempo un ‘sector más saneado y mejor dimensionado‘ que pueda volver a dar crédito, según anunció el ministro de Economía, Luis de Guindos.
Esta regulación financiera, según indicó el ministro, tendrá dos efectos. El primero es que facilitará que la banca saque al mercado las viviendas que posee a precios más baratos tras haber realizado las provisiones.
El segundo efecto, muy deseado por el Gobierno de Mariano Rajoy, es que las entidades que no puedan soportar el nuevo esfuerzo de saneamiento tendrán que fusionarse.
