Roma, 24 de febrero.- Antes de hacer efectiva su renuncia y de que comience el llamado periodo de “sede vacante” a las 19.00 horas GMT del próximo día 28, Benedicto XVI empezó a decir adiós a los fieles con este acto, previo a la audiencia general del miércoles, considerada como la despedida oficial.

"Dios me pidió dedicarme a la oración y a la meditación", aseguró ante miles de personas congregadas en la plaza de San Pedro para su último Ángelus como pontífice, pero precisó que no "abandonará" a la Iglesia.

Con la voz entrecortada por la emoción e interrumpido por los aplausos, el Papa aseguró: "En este momento de mi vida siento que la palabra de Dios está dirigida a mí. El Señor me llama a ‘subir al monte’, a dedicarme aún más a la oración y a la meditación".

El Papa, que fue interrumpido varias veces por los aplausos y gritos de "gracias, gracias", estaba visiblemente emocionado. "Si Dios me pide esto es justamente para que pueda seguir sirviendo a la Iglesia con la misma dedicación y amor con el que lo he hecho hasta ahora, pero de una manera más adecuada a mi edad y a mis fuerzas", explicó.

En un gesto inédito en la historia reciente de la Iglesia, recibió alabanzas de la muchedumbre congregada en la explanada, que izaba numerosos carteles y banderas, entre ellos uno inmenso que rezaba en italiano: "Querido Papa, nos vas a hacer falta".

El ángelus fue pronunciado desde la ventana de su estudio privado en el palacio apostólico. Según el vocero del Vaticano, padre Federico Lombardi, más de 100.000 personas asistieron.

Como es habitual durante el saludo dominical, el Papa se dirigió en varios idiomas a los peregrinos, entre ellos en español y concluyó con un sentido: "Estaremos siempre cerca".

Un dispositivo de seguridad especial vigiló San Pedro, en la que cuatro pantallas gigantes permitirán que las decenas de miles de fieles que se espera que llenen este domingo la plaza puedan seguir todos los movimientos del papa.

El 27 de febrero, un día antes de presentar su renuncia formal Pontificado y dedicarse a una vida de contemplación, el Papa Benedicto XVI saludará a los fieles desde la Basílica de San Pedro. Así lo confirmó este martes el vocero de la Santa Sede, Federico Lombardi, en una conferencia de prensa. Se espera que una multitud se congregue en la plaza del Vaticano para despedir a Joseph Ratzinger, elegido como Sumo Pontífice en abril de 2005.

Benedicto XVI comunicó este lunes 11 de febrero a los cardenales, durante una reunión en el Vaticano, que había decidido renunciar al Pontificado por la “falta de fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino”.

"Siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, sucesor de San Pedro, (…) de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20:00, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo sumo pontífice", explica sucomunicado.

Tras su abdicación, Benedicto XVI se trasladará a la residencia de Castel Gandolfo y, una vez que se haya elegido un nuevo Papa, se retirará a un monasterio de clausura dentro del Vaticano, según señaló el lunes Lombardi.

El vocero precisó que el proceso de selección durante el cónclave de cardenales para designar al sucesor de Benedicto XVI durará alrededor de 20 días, por lo que “para antes de Pascuas” habrá un nuevo sumo pontífice.