Esta mañana, al agradecer a todos, el presidente de Brasil Jair Bolsonaro anunció a través de las redes sociales que fue dado de alta. El Mandatario permanecía internado por una obstrucción intestinar.

"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece", fue el mensaje de Bolsonaro, que eligió la frase bíblica para anunciar la noticia.

El Mandatario, de 66 años, había informado que los problemas de salud que padece, por los cuales ya se operó cuatro veces, tienen vinculación con el atentado con cuchilllo que recibió el 6 de setiembre de 2018 durante la campaña electoral a la Presidencia.

Bolsonaro fue apuñalado ese día en un acto en Minas Gerais por parte de Adelio Bispo, un hombre declarado inimputable y encerrado en una cárcel de máxima seguridad federal en Campo Grande, estado de Mato Grosso do Sul.

Esta vez, el Mandatorio debió interrumpir sus vacaciones en la playa de Sao Francisco do Sul, estado de Santa Catarina, adonde había pasado el Año Nuevo paseando de jet ski y en un parque de diversiones, por el malestar que comenzó a sentir. Por lo cual, el pasado lunes fue enviado de urgencia al Hospital Vila Nova Star, adonde se había operado la última vez.

En un principio se analizó la posibilidad de volver a intervenirlo quirúrgicamente, sin embargo el cirujano jefe Antonio Luiz Macedo, el médico que operó a Bolsonaro después del cuchillazo que recibió en 2018, decidió que no era necesario.