­El Gobierno brasileño anunció ayer un recorte de 50.000 millones de reales (unos 30.102 millones de dólares) del presupuesto anual, cifra que duplica el ajuste fiscal hecho en 2010. De esta forma la presidenta Dilma Rousseff busca combatir la inflación, suprimiendo los estímulos a la economía, luego de la crisis financiera de 2008. También resolvió un recorte de gastos en subsidios.