En la previa del encuentro con Cristina Fernández, en Venezuela para hablar de la depreciación del real, la presidenta brasileña Dilma Rousseff dispuso ayer un paquete de medidas para incentivar el consumo con el propósito de hacer crecer el PBI y esquivar la crisis internacional.

En este contexto Brasil anunció una reducción de impuestos en heladeras, cocinas y lavarropas hasta marzo del año próximo, así como de la carga impositiva para masas y el pan. Así, el gobierno se fijó como meta que el PBI crezca al 5% en 2012 y para alcanzar ese objetivo es clave reactivar la construcción, tema que preocupa a Rousseff, quien pidió dinamizar el programa habitacional Mi Casa, Mi Vida. Al respecto el ministro de Hacienda, Guido Mantega anunció que fue reducido al 1% el impuesto único cobrado para la compra o construcción de viviendas de hasta 85.000 reales (48.000 dólares).

CRÉDITOS E INVERSIONES

Además Mantega indicó que, también se reducen del 3 al 2,5 % los tributos que se aplican para los CRÉDITOS al consumo y caen a cero los impuestos cobrados por las inversiones financieras en la bolsa de valores. Según el ministro, con esas medidas la economía nacional seguirá “acelerada”, pero “con seguridad” y sin riesgos de recalentamientos exagerados que pudieran crear desequilibrios.

UN DÍA CLAVE

La medida se conoció apenas un día después de que el Banco Central decidiera un recorte de medio punto porcentual en la tasa básica de interés, de 11,5 a 11% anual, lo que fue visto como “insuficiente” por los empresarios brasileños.

En este sentido Mantega aseguró que los incentivos al consumo permitirán acelerar el ritmo de la economía y no tendrán impacto negativo sobre el control de la inflación que, convergirá hacia la meta del 5% anual en 2012. Además subrayó que si “el Banco Central bajó la tasa básica es porque está seguro de que la inflación está bajo control”.