La Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en Río de Janeiro entre el 23 y el 28 de julio, se convertirá en el destino del primer viaje internacional del papa Francisco y millones de brasileños ya palpitan la visita que incluye la playa de Copacabana y la favela Manguinhos, hasta hace poco una de las zonas más peligrosas.
Se estima que 20.000 argentinos viajarán a Brasil para estar junto al Papa. Los momentos más importantes y multitudinarios de la jornada -que convocará a más de 2 millones de jóvenes de todo el mundo- serán el recibimiento del papa argentino, previsto para la tarde del jueves 25 en la playa de Copacabana, donde también se realizará al día siguiente el Vía Crucis de la Juventud.
La vigilia y misa de clausura del encuentro se desarrollarán en el Campus Fidei, en Guaratiba, a 45 Km al oeste de Río, donde los peregrinos pasarán la noche del sábado en oración hasta la celebración eucarística de cierre de la jornada, el domingo por la mañana, cuando se anuncie la próxima ciudad que se convertirá en sede de la JMJ.
Las actividades podrían incluir una visita al santuario nacional de Aparecida, a 168 Km de San Pablo, tal como el mismo papa le prometió a la mandataria Dilma Rousseff cuando se reunieron en marzo en el Vaticano. Este encuentro tendrá segunda vuelta en Río. Dilma y el Papa se reunirán en el palacio Guanabara, sede del gobierno regional. Francisco también se reunirá con representantes de la sociedad civil, que se podría celebrar en el Teatro Municipal.
Pero otro de los momentos cumbre del viaje será la visita de Mario Bergoglio a las favelas del Complejo de
Manguinhos, una de las zonas más pobres de Río de Janeiro. Se trata de un complejo que aglutina trece barriadas, con una población de cerca de 50.000 personas y que, hasta hace muy pocos años, era una de las zonas más peligrosas de la ciudad.
La policía tomó el control de Manguinhos el pasado octubre y expulsó a la banda de narcotraficantes Comando Vermelho, cuyas siglas, C.V., todavía relucen en incontables fachadas de ladrillo como recuerdo del yugo de represión violenta y los tiroteos por los que esta favela fue llamada durante décadas ‘Franja de Gaza‘.
Uno de los lugares en la ruta papal, según dijeron a Efe fuentes del Obispado, es un humilde campo de fútbol de la favela de Varginha, en Manguinhos, desde donde se puede divisar a lo lejos la estatua del Cristo Redentor, que corona la montaña del Corcovado.
En esa cancha de hierba rala entrenan dos veces por semana decenas de jóvenes de una escuela de fútbol dirigida por Jairzinho, una de las estrellas de la selección brasileña que ganó el Mundial de 1970, quien también espera al papa Francisco de brazos abiertos.
La designación de Jorge Bergoglio como papa y la proximidad de Brasil anticipan una participación masiva de los jóvenes argentinos al encuentro con el Papa.
En la Pastoral Juvenil Argentina estiman que serán más de 20 mil los jóvenes de todo el país que viajarán a Brasil. En tanto, unos mil chicos argentinos ya se inscribieron para ser voluntarios durante la jornada para asistir a los peregrinos de todo el mundo que arribarán a Río.

