Miles de viajeros entre España y Latinoamérica, muchos de ellos inmigrantes que volaban a sus países de origen para pasar la Navidad con sus familias, están indignados por el cese de actividades de la aerolínea española Air Comet, cuya licencia de vuelo fue suspendida ayer por el Gobierno español. Se trata de otra empresa de aviación de bajo costo que cierra en España.

Esta decisión es el resultado del expediente abierto el pasado 6 de noviembre por la insolvencia de la compañía, propiedad del grupo turístico español Marsans, último dueño de Aerolíneas Argentinas antes de que pasara a manos del Estado.

Las autoridades españolas, además, abrieron otro expediente sancionador a la compañía por infracción muy grave ante la seguridad de servicio que se debe dar a los pasajeros y que puede concretarse en una multa de unos 4,5 millones de euros (6,4 millones de dólares).

Un juez de la Corte Suprema de Londres fue quien ordenó el cese de actividad de Air Comet propiedad de los empresarios españoles Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la asociación patronal española CEOE, y Gonzalo Pascual tras admitir una demanda por impago presentada por el banco alemán Nord Bank, con el que la aerolínea tenía un contrato por el "leasing” de su flota. Además, el juez británico prohibió a Air Comet la venta de billetes desde el viernes pasado.

Se estima que las deudas totales de la firma asciende a cien millones de euros (unos 143 millones de dólares) si se suman, entre otras cosas, los sueldos pendientes de pagar (unos 2,5 millones de euros) o lo que debe a la Seguridad Social (cerca de 16 millones de euros), así como otros préstamos contraídos, según fuentes sindicales.

La dirección de la compañía se reunió el lunes en la tarde con los representantes de los sindicatos en la empresa, a quienes les comunicó que ayer se iba a presentar un concurso de acreedores y un expediente de regulación de empleo para todo el personal.

Una fuente de la firma admitió que la paralización del servicio se debe a que "Marsans había invertido en la compra de aviones para Aerolíneas Argentinas, Austral y Air Comet”.

La empresa, que vendía sus vuelos, caracterizados por la baja tarifa y el servicio básico a bordo, tiene previsto presentar hoy ante las autoridades laborales de la región de Madrid un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a los 640 trabajadores de su plantilla y cuyo texto fue facilitado ayer al Comité de Empresa para que lo estudie.

Mientras tanto, centenares de pasajeros que tenían previsto volar con Air Comet a Perú, Ecuador, Cuba y Argentina protestaron ayer en el aeropuerto madrileño de Barajas tumbados en el suelo, apoyados en sus maletas sobre las cintas transportadoras, dando gritos contra la aerolínea y sus dueños. La mayoría de ellos son latinoamericanos que trabajan en España y que regresan a sus países de origen para pasar las Navidad junto a sus familias.

El ministro de Fomento de España, José Blanco dijo que reclamará por vía judicial el abono de los billetes que los clientes de Air Comet compraron, tras la falta de respuesta de los dueños de la aerolínea ante los requerimientos de Aviación Civil. Asimismo aseguró que su cartera garantizará de forma subsidiaria el derecho a volar de "todos” los afectados por la situación de Air Comet, en caso de que la compañía no presente finalmente el plan de actuación requerido. Blanco reveló que Air Comet rechazó ayer una propuesta del banco con el que negocia su refinanciación alegando que la "compañía no tenía dinero ni para combustible”.