París, 31 de enero.- La primera dama francesa, Carla Bruni, no quiere meterse en política y no hará campaña si su marido vuelve a presentarse a las Presidenciales del año próximo, al tiempo que señaló que no votará a la izquierda en Francia.

‘Para mi la política sigue siendo un mundo difícil. Nunca será mi profesión, nunca la haré. Me parece muy valiente, admiro a quienes la hacen. La política no es mi oficio, a veces es violento‘, afirmó la cantante en declaraciones que recoge hoy el diario ‘Le Parisien‘.

Bruni consideró ‘un honor‘ del que está ‘orgullosa‘ poder ‘representar a Francia en el extranjero‘, pero eso no implica que vaya a entrar en política.

‘No voy a hacer campaña, sobre todo mientras mi marido todavía no esté en campaña. Es él quien debe elegir lo que quiere hacer en 2012. Le respaldaré si se lanza‘ a un nuevo mandato, agregó.

La primera dama confirmó que en su juventud tenía ideas de izquierdas, pero que entonces votaba en Italia, su país de origen, al tiempo que señaló que nunca ha votado a opciones de izquierda en Francia.

‘Formaba parte de la comunidad de artistas. Éramos (...) de izquierdas pero en ese momento votaba en Italia. Nunca he votado a la izquierda en Francia y no voy a empezar ahora. No me siento auténticamente de izquierdas‘, señaló.

Bruni se mostró decepcionada con algunos comportamientos de los socialistas franceses, en particular, citó las críticas que lanzaron contra el ministro de Cultura, Fréderic Mitterrand, por su defensa del cineasta Roman Polanski o ante las acusaciones de que tuvo relaciones sexuales con menores en países asiáticos.

‘Escuché a responsables socialistas decir lo mismo que a los del Frente Nacional‘, señaló.

Aunque no se implicará en política, la primera dama sí que lo hará en causas humanitarias, en especial en la lucha contra el sida, ‘que afecta a tres millones de personas en Francia‘ y por la que reunirá en abril próximo a diversas asociaciones.

‘Estoy dispuesta para hacer más cosas humanitarias. Eso me gusta mucho‘, indicó.

Bruni señaló que apenas ha tocado los despachos reservados a la primera dama en el palacio del Elíseo, que mantienen la misma decoración que instaló su predecesora.

Con excepción de un tapiz en el que aparecían pavos reales, un ave que en Italia se considera que trae mala suerte y que quitó por sugerencia de su madre y de su hermana.

‘No he tocado nada más‘, aseguró la ex modelo, quien señaló que prefiere vivir fuera de la residencia oficial. ‘Es mejor así. No es forzosamente mejor vivir en el Elíseo. Me parece agradable para mi marido regresar a casa, tener una vida normal. Si no, seguiría trabajando de la mañana a la noche, no pararía. Así hace una pausa y eso es más sano‘, indicó.