Grupos de rescate continuaban ayer la búsqueda de víctimas entre las toneladas de barro y lodo que dejó un corrimiento de tierras provocado por las lluvias en Ilha Grande, a 150 kilómetros de Río de Janeiro, donde ya son 26 los cadáveres rescatados.
La Defensa Civil estatal confirmó que durante el día de hoy, cuando no se han presentado lluvias, los equipos de rescate han recuperado siete cuerpos sin vida, víctimas del alud que arrasó durante la madrugada del pasado viernes la pequeña playa en la que estaba la exclusiva "Pousada Sankay".
Si a eso se añade otro deslizamiento de tierra ocurrido en Angra dos Reis, ciudad continental integrada en el mismo municipio que Ilha Grande, el recuento provisional de víctimas dejado por las fuertes e intensas lluvias en la zona alcanza ya los 37, según confirmó una fuente de los equipos de rescate en la zona.
El recuento en todo el estado de Río de Janeiro por las intensas y continuas lluvias caídas desde el miércoles deja un balance provisional de 54 víctimas, y 72 si se cuenta todo Brasil.
La peor parte se la ha llevó Ilha Grande, una pequeña isla de pescadores que en los últimos años se ha orientado al turismo con pequeños hoteles al borde de paradisíacas y aisladas playas. Allí, durante la madrugada en la que todo el país celebraba el Fin de Año, toneladas de lodo y piedras se despeñaron colina abajo hasta arrasar al menos cinco construcciones en la pequeña playa del Bananal.